Las carreteras más peligrosas para conducir en invierno

Hace unas semanas os contábamos una serie de recomendaciones para realizar una conducción segura en invierno, la estación del año con las condiciones climatológicas más adversas para ponerse al volante. Uno de los aspectos a tener en cuenta es elegir nuestra ruta con antelación, apostando por las carreteras más transitadas y en mejor estado si es posible. Hoy vamos un paso más allá y te contamos cuáles son las carreteras más peligrosas para conducir en invierno, y por qué debes evitarlas si no quieres tener más posibilidades de sufrir un accidente de tráfico.

Con las bajadas de las temperaturas, crece el riesgo de que aparezca nieve y placas de hielo sobre el asfalto, teniendo que tomar una serie de precauciones al volante. La principal, adaptar nuestra velocidad a dichas circunstancias. No son los únicos fenómenos que aparecen en invierno. A primera y última hora del día, aumentan las posibilidades de los bancos de niebla, otra situación en la que aminorar la marcha y encender las luces antiniebla serán tus mejores aliados. Y en menor medida, en invierno también irrumpen las rachas de viento: aquí tienes las claves para conducir si te encuentras con alguna.

Pero, ¿y qué pasa si alguno de estos fenómenos aparecen en una carretera peligrosa? La consecuencia directa es que aumenta el riesgo de sufrir un accidente. Una carretera en mal estado, con poco mantenimiento, mal señalizada y con un trazado con muchas curvas que limitan la visibilidad se puede convertir en una auténtica pesadilla en mitad del viaje. La localización, en zonas de España con una meteorología más adversa, junto a un mayor índice de siniestralidad es lo que en suma nos permite hablar de un ranking de las carreteras más peligrosas para conducir en invierno.

Listado de carreteras más peligrosas para conducir en invierno

En el siguiente listado, facilitado por la Dirección General de Tráfico (DGT), se recogen aquellas carreteras o tramos de carreteras más propensos a sufrir nevadas o a ser resbaladizos por la presencia de placas de hielo.

  • N-260. Esta carretera en dirección a Andorra, concretamente los kilómetros 193,9 y 204,4, cuenta con una media de 2,3 accidentes anuales.
  • Puerto de Pajares. El paso del puerto de Pajares, en la N-630 que une Asturias y León, es otra de las carreteras que presentan uno de los tramos más peligrosos para circular por el país. Su índice de peligrosidad está cuatro veces por encima de la media nacional.
  • N-625. Entre el kilómetro 18,2 y 29,7, esta carretera al norte de la provincia de León está situada en una zona de gran atractivo turístico y deportivo.
  • N-629. En la provincia de Burgos, entre las localidades de Oña y Traspaderne, esta carretera cuenta con un punto conflictivo en la confluencia con la N-232.
  • A-395. La carretera que sube hasta Sierra Nevada es todo un clásico y, aunque no se encuentra entre las más complicadas, sí es una vía especialmente peligrosa para la DGT en los meses de invierno.
  • M-607. Esta carretera que une Madrid y Colmenar Viejo es una de las más conflictivas, ya que cada día circulan por ella 90.000 vehículos. Además, conduce al Puerto de Navacerrada.
  • CL-626. La carretera autonómica más larga de Castilla y León cuenta con uno de los tramos de carreteras más peligrosos de la red española. En concreto, el que va de Puerto de Cerredo a Aguilar de Campo.
  • N-330. En la provincia de Huesca, entre Sabiñánigo y Jaca, se encuentra uno de los puntos negros de la red estatal de carreteras.

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