Cómo y cuándo se deben utilizar las luces antiniebla

La niebla es la suspensión en el aire de gotas de agua a ras de suelo. Es un fenómeno climatológico habitual en los meses de invierno y otoño, bien por la bajada de las temperaturas o por el aumento de la humedad. Surge en las primeras horas del día, siendo especialmente peligrosa para la conducción de los vehículos, ya que reduce de manera drástica la visibilidad. La respuesta por parte de la industria ha sido la incorporación a los vehículos de las luces antiniebla. A continuación, te contamos cómo y cuándo se deben utilizar.

El sistema de iluminación de un vehículo es clave en la seguridad de este y del resto de usuarios de la vía. Recuerda: ver y ser vistos. Muchas funciones se han ido incorporando por normativa y son obligatorias en los coches de nueva fabricación. En la última década fue el caso de la luz diurna. También ha evolucionado la tecnología de los faros: halógenas, xenón, LED o láser.

Las luces antiniebla llevan bastante tiempo con nosotros y, sin embargo, no todo el mundo sabe cómo y cuándo se deben utilizar. Los faros antiniebla pueden ser traseros y delanteros. Los primeros son obligatorios por ley en cualquier coche de serie, mientras que los segundos son opcionales y no todos los vehículos los incorporan. En caso de que el modelo en cuestión equipe ambos, estos se encienden de manera independiente.

La luz antiniebla trasera es de color rojo, con un haz muy potente que indica la posición de nuestro vehículo en la carretera. Es muy importante hacer un uso correcto de esta, ya que podemos deslumbrar al resto de conductores. Por su parte, las delanteras son menos intensas y su color es blanco o amarillo, pudiéndose encender en diferentes situaciones.

En qué situaciones se deben encender las luces antiniebla

Las luces antiniebla traseras se tienen que encender en situaciones muy desfavorables, cuando la visibilidad se haya visto mermada por las siguientes condiciones climatológicas:

  • Niebla espesa
  • Lluvia muy intensa
  • Nubes densas de humo o polvo
  • Cuando está nevando de forma copiosa

En la práctica, debes encender las luces antiniebla traseras si la visibilidad con los vehículos que te preceden se ve reducida a menos de 20 metros de distancia.

Por su parte, las luces antiniebla delanteras se deben encender en situaciones de baja visibilidad, como las ya citadas, pero también en carreteras donde la calzada tenga una anchura inferior a 6,50 metros o en tramos de montaña con curvas cerradas.

Cuándo se deben apagar las luces antiniebla

Una vez que las condiciones climatológicas se vuelvan favorables o nos incorporemos a vías principales como autovías o autopistas, las luces antiniebla -sobre todo, las traseras- se deben desactivar. Las delanteras pueden mantenerse con una niebla menos densa o con lluvia abundante.

El mal uso de las antiniebla está regulado por el Reglamento de Circulación de la Dirección General de Tráfico (DGT). No llevarlas encendidas cuando corresponde o prolongar su utilización en situaciones que no corresponda produce confusión, molestias o hasta deslumbramientos de otros conductores. Se trata de una infracción grave, cuya cuantía asciende a 200 euros, si se incumple con los supuestos señalados. 

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