La compra de un coche requiere de planificación. No solo se trata del desembolso inicial por su adquisición. A lo largo de los años, el propietario del vehículo se enfrenta a unos gastos periódicos. El conductor medio en España se gasta casi 2.000 euros al año por tener un automóvil en propiedad. El combustible, el seguro, las revisiones o los impuestos son algunos de sus «compañeros de viaje». Saber cómo ahorrar gastos en el mantenimiento de un coche puede aliviar las arcas de la economía doméstica. Sigue leyendo y te damos unos consejos muy útiles.
Bien es cierto que hay algunos aspectos intrínsecos a tener un coche propiedad, y que por lo tanto no se pueden evitar ni reducir. Por ejemplo, los impuestos. Todos los años, hay que pagar «el número del coche» o el impuesto de circulación al ayuntamiento de tu localidad. Tampoco es posible librarse del paso por la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), que, en función de la fecha de matriculación del coche, deberás acometer cada cuatro, dos o un año. El precio de la ITV varía en función del tipo de combustible, gasolina o gasóleo, y de la Comunidad Autónoma.
Sin embargo, existen otros muchos gastos en los que poderte ahorrar dinero todos los años.
Una conducción eficiente reduce el gasto de carburante y mejora la vida de la mecánica
El primer consejo para que la partida presupuestaria relacionada con el mantenimiento del coche no crezca es que realices una conducción eficiente. Diversos estudios han demostrado que con este estilo se puede ahorrar entre un 10 y un 15 por ciento en combustible. Mantener una velocidad constante, evitar las aceleraciones o los frenazos intensos o no llevar el motor a un régimen de giro alto, entre las mejores recomendaciones que puedes tomar para alargar las paradas en las gasolineras. Ayuda a reducir el gasto de combustible que los neumáticos lleven la presión adecuada y no circular con las ventanillas bajadas a velocidades de carretera.
Una conducción eficiente es beneficiosa para las piezas de nuestro motor y componentes del chasis como frenos o suspensiones, ya que se genera un menor desgaste, alargando su vida útil y reduciendo el riesgo de tener averías y pasar por el taller.
En tu día a día, sobre todo si haces un uso frecuente del coche, deberás tener bajo control las gasolineras más baratas que hay en tu radio de acción. Te contamos en este mismo blog que los combustibles «low cost» no son de peor calidad que los denominados «premium». Todas las estaciones de servicio en España surten a sus clientes un combustible certificado, controlado y con una calidad legal obtenido del mismo distribuidor, CLH o Compañía Logística de Hidrocarburos. Al final del año, has podido ahorrar bastante dinero si miras con lupa el precio de la gasolina que echas.
Revisa el seguro del coche todos los años, y no gastes más de la cuenta
El seguro del coche es otra partida fija de los gastos anuales del coche. Te recordamos que es obligatorio, incluso aunque tengas el vehículo siempre estacionado. En función del uso que hagas y la edad del automóvil, te convendrá un tipo de póliza diferente. Comprueba la fecha de vencimiento del seguro y las coberturas que tienes contratadas. Después acude a alguno de los comparadores que hay en Internet e infórmate sobre la gran variedad de productos y precios que ofrecen las aseguradoras, ya que te puedes ahorrar un buen puñado de euros.
Compartir viaje con otras personas es otra muy buena idea si de lo que se trata es de cómo ahorrar gastos en el mantenimiento de un coche. Desde viajes largos con amigos o desconocidos (hay plataformas que ponen en contacto a personas que se dirigen al mismo destino) hasta trayectos cortos y recurrentes, como por ejemplo, con compañeros de trabajo. De esta manera, te puedes ahorrar los costes habituales de desplazamiento (gasolina y parking), pero también otros como los relacionados con el desgaste del vehículo (neumáticos, frentos, etc).
Las revisiones del coche son una inversión, no un gasto
Una recomendación crucial para que tu coche goce de la mejor salud posible es estar pendiente de las revisiones, y pasarlas en el plazo indicado por el fabricante. Saltarte uno de estos chequeos no es una buena idea, ya te lo hemos avisado en alguna que otra ocasión. Aunque te pueda parecer un gasto, no lo es. Al contrario, se trata de una inversión, ya que postergar el paso por el taller puede desembocar en una avería grave y muy cara.
De esta manera, cada año debes realizar una revisión completa de tu vehículo. Hazlo, porque alargarás su vida y te estarás ahorrando dinero en el medio y largo plazo.