Recargar el aire acondicionado del coche

Recargar el aire acondicionado del coche es el problema al que se enfrentan muchos conductores cada verano. Junto al climatizador, el aire acondicionado es uno de los equipamientos que más confort confiere a los ocupantes del automóvil. Hoy en día es inimaginable realizar un viaje largo, en pleno verano y con niños a bordo, sin este sistema de refrigeración. Con el verano a la vuelta de la esquina, te recomendamos que sigas leyendo para que tu trayecto no se convierta en un hervidero sobre ruedas.

Lo primero es explicar, aunque sea por encima, qué es el aire acondicionado del coche. Aunque pueda parecer lo contrario, se trata de uno de los sistemas más complejos y frágiles en un automóvil. Fundamentalmente, por tratarse de un circuito cerrado que, al estar sometido a vibraciones continuas, cambios de temperatura o golpes, sufre y acaba cediendo. Es decir, que con el paso del tiempo y los kilómetros es fácil que se generen fugas y haya que recargar el aire acondicionado del coche.

Tampoco hay que volverse loco. Los conductos del aire (o del climatizador) son cada vez más sofisticados, robustos, y no necesitan ser recargados todos los años. Por lo tanto, no; no hace falta recargar el aire acondicionado del coche cada verano. En un modelo moderno -de la última década- con realizar una revisión cada dos años, es suficiente.

Y decimos revisión porque no siempre es necesario la recarga, que es más cara. De hecho, hay otros factores que provocan un menor rendimiento en el aire acondicionado. Por ejemplo, una obstrucción del filtro. Esté sucio o taponado, siempre será una avería menos grave y mucho más económica, pudiéndose limpiar o sustituirse si ya es muy viejo. Menos habitual, aunque también puede estar detrás del mal funcionamiento del aire, es un fallo eléctrico, por ejemplo, en un fusible, que deberá ser sustituido.

Los principales síntomas de que algo funciona mal en la refrigeración del coche es un menor caudal de aire, una temperatura que no alcanza a enfriar el habitáculo o un olor a humedad al encenderse. Otro «truco» es medir la rapidez con la que se desempañan los cristales al activarse el aire. Si este proceso no es inmediato, mucho ojo, puede que algo esté fallando.

El precio de la recarga: entre 60 y 200 euros

En función de la avería que tengas, la factura de la reparación será de una cuantía u otra. Otro elemento que influye en este importe es el modelo de coche. El establecimiento al que se acudas, un concesionario oficial o un taller multimarca, también determina el precio. Y, obviamente, la época del año, ya que a medida que nos acercamos a los meses de verano, algunas empresas aprovechan para hacer su particular «agosto».

En cualquier caso, si se trata de recargar el aire acondicionado del coche, los precios en los sitios oficiales oscilan entre los 60 euros de una marca generalista (como por ejemplo Citroën) a los 200 de una firma más exclusiva (tipo BMW o Mercedes).

Cómo alargar el periodo de tiempo entre recarga y recarga

Como si de un electrodoméstico de la casa se tratase, el aire acondicionado del coche también necesita de un correcto mantenimiento. De la puesta en práctica de unos consejos muy básicos puede depender que el día de mañana evites averías relacionadas con el circuito del aire que alcancen los 1.000 euros de factura. Por ejemplo, la sustitución del compresor.

Una operación muy útil para que el sistema esté siempre en óptimas condiciones y evitar las fugas es poner en marcha el aire acondicionado al menos una vez al mes durante 15 minutos como mínimo. El circuito sufre sobremanera si está apagado nueve meses y solo se enciende de junio a agosto, cuando el calor exterior aprieta.

Otra norma que, a largo plazo, agradece el aire acondicionado es fijar una temperatura constante. Tanto en los meses de frío como de calor, moverse entre los 22 y 24 grados. Poner el aire a 16 grados en verano o a 30 el climatizador en invierno forzará al máximo el compresor. Lo ideal es enfriar previamente el habitáculo, abriendo puertas y ventanas para evacuar el calor, y después activar el aire acondicionado. Y en invierno, rodar un poco y después poner el climatizador entre 24 y 26 grados.

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