Como en la historia del huevo y la gallina, en el sector del automóvil no se sabe qué fue primero: que las marcas se lanzasen en masa a fabricar y comercializar SUV, o que el cliente se decantase por esta carrocería que, para sus detractores, es un «quiero y no puedo» de un todoterreno. De cualquiera de las maneras, hay un claro perjudicado en esta deriva: el monovolumen. Categoría enfocada a las necesidades de uso familiar, sus ventas han caído en picado. Ya no digamos si las opciones se ciñen a un habitáculo para siete ocupantes. Con estas características, existen pocos supervivientes. Hoy te contamos cuáles son los mejores monovolúmenes de siete plazas.
Hay pocos modelos que en la actualidad ofrezcan un espacio suficiente para siete ocupantes y sus equipajes. De hecho, las denominadas «Campers», o furgonetas para pasajeros, son las mejores alternativas. Ya os hablamos de ellas en el siguiente enlace. A diferencia de aquellas, que derivan de vehículos comerciales, los monovolúmenes están basados en coches o turismos. También hay que descontar de la lista a los SUV, que, en los modelos más grandes y lujosos, ofrecen versiones con siete asientos.
En el análisis, conviene recordar al lector que no hace mucho tiempo había coches familiares de tamaño compacto que ofrecían declinaciones con siete asientos. Por ejemplo, el Peugeot 307 SW, al que se le podían extraer las dos últimas banquetas. Este modelo (que ahora se denomina 308 SW) y sus competidores se venden en la actualidad únicamente en configuración de cinco plazas y un gran espacio para el maletero.
También hay que ponderar que los monovolúmenes de tamaño medio (entre los 4,60 y 4,80 metros de longitud) sí ofrecen variantes de siete plazas, pero las dos últimas son testimoniales, de un uso puntual y para personas no muy grandes (preferiblemente niños). Por no hablar de su inexistente maletero cuando se viaja con todos los asientos en posición vertical.
Monovolúmenes grandes, espaciosos y fáciles de conducir
Entonces, con todos estos condicionantes, ¿cuáles son los mejores monovolúmenes de siete plazas? A continuación, te planteamos cuatro modelos:
En primer lugar, el Renault Espace. Modelo legendario de la firma del rombo (con cinco generaciones y 37 años de vida a sus espaldas), en su última entrega se ha dejado atrapar por las tendencias del mercado y luce un aspecto tipo «crossover», a mitad de camino entre un SUV y un monovolumen. De cualquier manera sigue siendo una opción más que válida como vehículo de siete plazas. Es amplio, cómodo y ofrece un notable espacio de maletero, incluso con los siete asientos ocupados.
Otro modelo a tener en cuenta en esta lista de los mejores monovolúmenes de siete plazas es el Volkswagen Sharan. La primera razón es porque sus siete asientos son reales, aptos para adultos, también los dos últimos. Además, ofrece una solución muy solicitada por el cliente de este tipo de vehículo: unas puertas laterales correderas, que opcionalmente pueden ser de accionamiento automático. Es un coche grande por dentro y que, sin embargo, se mueve con la agilidad típica de un vehículo más pequeño. Destaca su oferta mecánica, con motores gasolina o diésel de hasta 177 caballos de potencia. Sin ninguna duda, el monovolumen más «rutero» de los aquí presentes.
En tercer lugar, el primo hermano español del Sharan, el Seat Alhambra. De hecho, podemos decir que uno y otro son modelos idénticos que se distinguen por los emblemas y el precio. El modelo de la firma catalana es claramente más económico, y el cliente sigue disponiendo de un vehículo ideal para siete pasajeros y con un confort de marcha sobresaliente.
Por último, el Ford Galaxy. Otro «clásico» que no podía faltar en esta clasificación. Destaca por sus siete plazas amplias, su interior modulable, muchas posibilidades de equipamiento y los motores más potentes, con versiones de hasta 240 caballos. Además, fue el primer monovolumen de siete plazas que apostó decididamente por los asistentes de seguridad activa (ADAS). Hoy sigue siendo uno de los modelos más tecnológicos de la categoría, y mantiene un tacto de conducción muy logrado para sus dimensiones.