Mantenimiento básico del coche en invierno

Cada año los consejos para el mantenimiento básico del coche en invierno se repiten. Con la llegada del mal tiempo, muchos conductores se quedan atrapados en sus vehículos por el temporal. En mitad de la carretera o sin poder arrancarlo cuando salimos de casa. En muchas ocasiones, estas desagradables situaciones pueden evitarse, realizando una oportuna puesta a punto de distintos elementos del coche. Mantenimiento básico del coche en invierno: sigue nuestras recomendaciones en el siguiente blog.

Empecemos por las entrañas del coche, la mecánica.

Aunque en la mayoría de la geografía española, las temperaturas invernales no son muy extremas, conviene no jugársela. Fundamental: revisa el nivel del líquido refrigerante del coche. Si no está en buen estado, a un nivel bajo o congelado, se puede partir el bloque motor, cuya reparación ronda una media de 3.000 euros.

Otro líquido muy importante que se debe incluir en el mantenimiento básico del coche en invierno es el del aceite. Aunque en verano sufre más, con el frío está más viscoso en el arranque, costándole más llegar a todos los rincones de la mecánica. Por eso, evita subir de revoluciones o realizar aceleraciones innecesarias hasta que no pasen unos minutos.

Un clásico: la batería. Con el frío, estamos ante un componente crítico. El buen funcionamiento del coche pasa por esta «chispa adecuada». Una pista: si últimamente notas que al coche le cuesta arrancar o que los limpiaparabrisas se mueven más despacio de lo normal, cambia la batería. Y siempre en el maletero del coche, las pinzas.

Neumáticos y luces, básicos en un correcto mantenimiento en invierno

¿Neumáticos de invierno o cadenas? Más que decantarse por una u otra solución, lo importante es garantizar que el único elemento del coche en contacto con la carretera esté en perfecto estado. De él depende la adherencia del vehículo con el asfalto y evitar, en la medida de lo posible, las pérdidas de control.

Para lo cual:

  • Revisa la presión de los neumáticos
  • Comprueba que la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no sea inferior a 3 milímetros (aunque la ley marque 1,6 mm)
  • Asegúrate de que el caucho no presenta cortes, grietas o deformaciones

En cuanto a la iluminación del coche, decir que si es importante todo el año (por eso de ver y ser vistos), en invierno cobra un papel crucial. Mucho cuidado con circular con las bombillas fundidas; sustitúyelas de manera inmediata: estás poniendo en peligro tu integridad y la del resto de los usuarios de la vía. En este apartado, acuérdate de regular correctamente los faros para evitar los temidos deslumbramientos.

Los limpiaparabrisas, los grandes olvidados del mantenimiento del coche

También en invierno es habitual olvidarse del correcto mantenimiento de los limpiaparabrisas. Se trata de un equipamiento fundamental para garantizar nuestra visibilidad, más si cabe en invierno. Examínalos antes de emprender tu viaje. Si no limpian el cristal, hacen un ruido exagerado o dejan cerco por donde pasan, toca cambiarlos.

Por último, recuerda llevar un kit de básicos en el coche, anticipándote a una posible avería en mitad de la carretera. Si nunca es agradable quedarse «tirado» con el coche, imagínate hacerlo en mitad de un día (o una noche) de bajas temperaturas y nieve.  Desde teléfono móvil y cargador hasta unas mantas, pasando por un pequeño botiquín de primeros auxilios, agua y comida.

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