Cinco errores conduciendo que provocan averías en el coche

Todos los coches son máquinas perfectamente engrasadas cuando salen de los concesionarios y que con el paso del tiempo se van desgastando. Que este deterioro sea más rápido y agudo o lento y progresivo, depende en buena medida de la persona que se pone al volante. Bien sea por despistes, malos hábitos o negligencias, hoy te contamos los cinco errores más habituales que conduciendo provocan averías en el coche.

Encabeza la lista, las tareas relacionadas con el combustible. Un clásico entre las averías de un coche provocada por el conductor es confundirse a la hora de repostar. Se trata de una error que sale caro, ya que la limpieza del depósito y filtros oscila en torno a los 500 euros. Al tratarse de un error nuestro, no lo cubre ninguna garantía ni está cubierta por el seguro del coche. Una vez nos demos cuenta del fallo, la recomendación fundamental es no seguir circulando y apagar la llave de contacto.

No es la única acción relacionada con el combustible del coche que nos puede salir cara. Apurar la reserva de carburante tampoco es recomendable. Se trata de una práctica absurda, ya que antes o después tendrás que parar a repostar, y puede provocar que te quedes «tirado» o una avería. ¿El motivo de esta? Las impurezas se acumulan en el fondo del tanque y en reserva estas partículas pueden llegar al filtro, perjudicando a los inyectores. Sustituirlos cuesta unos 250 euros en un coche de gasolina y más de 500 en uno diésel.

Ignorar los testigos aumenta el riesgo de sufrir una avería

Otro habitual en este ranking es ignorar las señales luminosas del coche. Sí, los chivatos o testigos del cuadro de instrumentos. Cada uno de ellos se encienden por algo, bien a título informativo (suelen desaparecer una vez iniciada la marcha) o en forma de alerta (se mantienen hasta que solucionemos el problema). Según la web de recambios endado.com, uno de cada cinco errores conduciendo que provocarán averías tiene su origen en haberse desentendido de estas señales.

No cumplir con las fechas que marca el fabricante para la revisión o el mantenimiento del coche es otro error fatal que provocará antes o después una avería en el coche. Este paso periódico por el taller puede ahorrarnos mucho dinero: no lo veamos como un gasto, sino como una inversión. Nos permitirá detectar a tiempo averías que se produzcan por el uso del automóvil y que de no ser reparadas rápidamente podrían dar lugar a problemas muy graves.

La conducción brusca y la mecánica del coche no son buenas amigas

Conducir de manera brusca, realizando aceleraciones innecesarias o frenazos bruscos provocan daños en el motor. Caja de cambios, embrague, frenos o amortiguadores apreciarán una «actividad tranquila» con el paso del tiempo. Realizar una conducción eficiente, además de gastar menos combustible, nos permitirá estirar la vida de nuestro coche.

Y por último, entre los cinco errores conduciendo que provocan averías en el coche, os hemos recopilado una serie de hábitos tan extendidos como perjudiciales. Seguro que te suenan, ¿verdad?

  • Abusar del embrague: solo debe utilizarse al cambiar de marcha. Sin embargo, muchos conductores dejan metida la marcha y pisan el pedal del embrague cuando, por ejemplo, están esperando a que un semáforo se ponga en verde. Lo ideal es poner el coche en punto muerto cada vez que esté parado y no pisar el embrague hasta que queramos volver a ponerlo en funcionamiento. Este gesto provoca un mayor desgaste del embrague, que es una pieza muy costosa de remplazar.
  • Dejar la mano apoyada en la palanca de cambios: el peso ejercido, por poco que parezca, conlleva un desgaste de todo el mecanismo de la transmisión. Si no queremos provocar una grave avería, mejor dejar el brazo en otro sitio.
  • Mover el volante con el coche parado: afecta a la dirección, la suspensión y los neumáticos.

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