Agua o anticongelante

El sistema de refrigeración es de vital importancia para el correcto funcionamiento de la mecánica del coche. Como ocurre con otros líquidos del vehículo, de su buen mantenimiento dependerá la salud de este. En alguna ocasión, te habrás preguntado si debes usar agua o anticongelante para el circuito de refrigeración del motor. A continuación, vamos a aclarar algunas dudas sobre este tema.

Antes de continuar, es importante conocer la función del sistema de refrigeración. Es el responsable de evacuar las altas temperaturas internas que se dan en el motor. Además este refrigerante debe funcionar correctamente en el rango de temperaturas de uso del coche, o lo que es lo mismo, debe funcionar en nuestra región por mucho calor o frío que haga. 

Es por esto que en el circuito de refrigeración siempre tiene que haber un líquido, que será el encargado de absorber el calor que emite el motor y por lo tanto de que descienda la temperatura. Ahí es donde aparecen las dos opciones principales, el agua o el líquido anticongelante, y las dudas de cuál utilizar.

El agua en el motor es cosa del pasado

Hace unos años se utilizaba simplemente agua, aunque después llegaron los líquidos anticongelantes que mezclan agua y algunos aditivos para mejorar sus capacidades.

Por lo tanto, sí que se puede echar agua en el sistema de refrigeración, y funcionará. Sin embargo, no será la opción más recomendable. El agua puede oxidar algunas piezas, también al variar de temperatura se puede congelar o evaporar, provocando problemas en el sistema de refrigeración.

En cualquier caso, si se utiliza agua, que sea destilada. Nunca del grifo, ya que contiene cal y puede obstruir algunas partes del circuito.

Por su parte, el líquido anticongelante está compuesto de agua destilada y aditivos concentrados. Gracias a estos, ofrece varias ventajas frente al agua: consigue bajar la temperatura de congelación del líquido resultante y elevar la de ebullición, además de corregir la tendencia a la corrosión del agua.

Por último, el líquido anticongelante conviene revisarlo cada 20.000 o 30.000 kilómetros y sustituirlo (antes de que pierda propiedades) cada 40.000 kilómetros o cada dos años. Como cuando se comprueba otros líquidos del coche, este debe estar en un terreno llano y con el motor apagado y frío. En una botella grande, cuadrada y traslúcida se pueden ver dos marcas que indican los niveles mínimo y máximo del refrigerante.

Si el nivel es bajo, es tan sencillo como rellenar la botella ayudándose de un embudo. Si el nivel es alto, el coche deberá pasar por el taller, ya que el vaciado es una tarea más engorrosa.

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