Durante el último cuarto del siglo pasado y los primeros años de este, los pequeños coches deportivos vivieron su apogeo, especialmente en Europa. Los «Gran Turismo de Inyección» o GTI eran y son turismos ligeros, potentes y prácticos que democratizaron el automóvil deportivo. Todas las marcas apostaron por un segmento que hoy sigue vigente, aunque en declive por el auge del vehículo eléctrico, que todo lo copa.
Retrocediendo en el tiempo, en 1976 Volkswagen lanza al mercado lo que décadas después se ha convertido en un ícono para varias generación: el Golf GTI. Su primera declinación introdujo en la industria un segmento desconocido: un coche compacto y con un motor de inyección directa de gasolina en la parte delantera (hasta entonces, lo común era que la mecánica «colgase» del eje trasero).
Un coche ligero, potente y práctico
Aunque no fue el primer modelo con las siglas GTI en su capó (honor que corresponde al Maserati 3500 GTi, del año 1960), la primera entrega del Golf GTI marcó el camino al resto de los pequeños coches deportivos: versiones ligeras y potentes derivadas de un turismo compacto (de tres o cinco puertas). En concreto, el modelo de Volkswagen pesaba tan solo 810 kilogramos y escondía un motor de inyección directa de 110 caballos de potencia. Era capaz de acelerar de a 100 km/h en 9,2 segundos, y alcanzaba los 182 kilómetros por hora de velocidad máxima.
Estas cifras han ido pulverizándose con las mejoras electrónicas y mecánicas. Hasta el punto de que coches que pesan 700 kilogramos más que aquel Golf GTI, son capaces de acelerar de 0 a 100 km/h por debajo de los 6 segundos y «cortar» su velocidad máxima en 250 km/h.
Tras el Golf GTI llegó el desembarcó del resto de marcas generalistas
Viendo la gran acogida que tuvo el Golf GTI, la casa de Wolfsburgo obtuvo respuesta en la competencia. Los primeros fueron Opel y Ford con el Kadett GT/E y Escort RS, respectivamente. La «guerra» entre los GTI o pequeños coches deportivos estaba servida. El segmento de los compactos deportivos o «Hot Hatches» comenzaba a despuntar, y no ha parado hasta nuestros días.
En la actualidad, todas las marcas generalistas tienen una variante «picante» de su coche compacto. Seat León FR, Renault Mégane RS, Peugeot 308 GTI o Ford Focus ST son algunos de los miembros de honor de este club.
Entre los GTI o pequeños coches deportivos, las propuestas llegan desde todos los rincones del mundo, más allá de Europa. Una de las más «radicales» es la de Honda, cuyo Civic Type R es objeto de culto de muchos apasionados del motor. Vigente desde 1997, la última generación del compacto japonés desarrolla 320 caballos de potencia. Chasis y soluciones aerodinámicas hacen el resto para posicionarlo como uno de los GTI más rápidos del momento.
Las marcas de lujo alemanas entran en juego
Y también trascienden a las marcas más exclusivas. Audi, BMW y Mercedes, por este orden, apostaron a partir de la década de los 90 por la categoría de coches compactos. Hasta entonces, su oferta se limitaba a berlinas y cupés. Junto a este segmento de mayor volumen y la llegada de los SUV, las tres firmas empezaron a competir con éxito en una categoría lejana para ellos.
Con los lanzamientos de los Audi A3, BMW Serie 1 y Mercedes Clase A llegaron también las versiones más potentes. GTI o pequeños coches deportivos y de lujo. Los Audi S3 y RS3 fueron los primeros, más tarde llegaron las versiones M de BMW y por último las variantes del Clase A que Mercedes desarrolló junto a su división de competición AMG. La cumbre: el Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+ de 420 CV, y con un «sprint» de a 100 en 3,9 segundos y una velocidad máxima de 270 km/h.
Entre esta joya tecnológica de la casa de Stuttgart y el pionero Golf GTI, el segmento ha evolucionado. Hay compactos deportivos con transmisión automática, incluso con tracción a las cuatro ruedas; las marcas «premium» han aparecido en escena con todo su potencial a cuestas; y las generalistas se baten en duelo por conseguir el mejor tiempo en los circuitos de velocidad. Lo único que no cambia es el concepto original: turismos potentes -cada vez más-, compactos y prácticos con los que sueñan muchos amantes del motor.