Las marcas que limitarán la velocidad de sus coches

En 2019 Volvo anunciaba la limitación de velocidad de sus futuros vehículos. En concreto, la marca sueca fijó esta barrera en 180 kilómetros por hora. Recientemente, las firmas Renault y Dacia, pertenecientes al mismo grupo de automoción, han seguido la misma senda. Y con el auge del automóvil eléctrico, las marcas que limitarán la velocidad de sus coches serán mayoría.

Los fabricantes son conscientes de que uno de los factores ligados a la siniestralidad en carretera es el de las altas velocidades. Los coches de nueva fabricación ofrecen potencias inimaginables hace años. Y no hace falta comprarse un deportivo o uno de alta gama. Un turismo medio con mecánicas de 120 caballos puede superar fácilmente los 200 km/h, muy superior a los 120 de velocidad máxima permitida en autovías y autopistas españolas.

En este contexto, se entiende las decisiones de estas marcas. Volvo fue la primera, y no recibió pocas críticas por su decisión. Desde 2020, los nuevos coches salidos de sus factorías ya incluyen la limitación de los 180 km/h.

La marca propiedad de la compañía china Geely no se detiene ahí. Además, en su objetivo de reducir a cero las lesiones y las muertes en accidentes de tráfico, incorpora a sus vehículos la llave «Care Key», con la que los conductores pueden incorporar limitaciones adicionales de velocidad. Por ejemplo, cuando el vehículo vaya a ser utilizado por una persona novel.

El primer embajador de esta política de Volvo es el XC40 Recharge. Se trata de la versión cien por cien eléctrica del SUV compacto de la casa escandinava, cuya velocidad queda limitada a 180 km/h.

Renault y Dacia, velocidad limitada a partir de 2022

En esta misma línea, el Grupo Renault anunció que sus nuevos vehículos tendrán la velocidad limitada a 180 km/h. Según el máximo responsable de la corporación, Luca de Meo, esta medida afectará a los coches tanto de Renault como de Dacia a partir del año 2022. El primer modelo en que se estrenará no será un cualquiera, sino el primer Renault Mégane eléctrico de la historia.

La limitación de velocidad no será la única medida que el grupo francés incorporará a sus coches. El Mégane eléctrico, y los modelos posteriores, también incorporarán un control de crucero activo automático. La principal novedad de esta tecnología es que ajustará la velocidad en función de las señales y la geolocalización.

En línea con estas velocidades restringidas, mucho tiene que decir el coche eléctrico. Mermado por la capacidad de sus baterías, buena parte de los nuevos lanzamientos apuestan por la limitación en la velocidad máxima.

La decisión parece generalizada en los últimos grandes lanzamientos. El Hyundai Ioniq 5 se pone a la venta en los meses verano y lo hace con distintas opciones de baterías y tracción; con cualquiera de ellas, este SUV eléctrico no supera los 185 km/h. El Volkswagen ID.4 GTX también se oferta con una velocidad limitada de 180 km/h. Y por supuesto, eléctricos urbanos tipo Renault Zoe no superan los 140 km/h.

Son tiempos en los que la seguridad y la eficiencia dominan el sector del automóvil. La publicidad que las marcas hacen sobre sus modelos apunta más a la ecología y la conectividad que a la potencia y la velocidad.

En este contexto, las marcas tienen más fácil comunicar una decisión de semejante calado. La mayoría de sus próximos lanzamientos -o por lo menos, los que coparán más espacio en los medios de comunicación- serán coches total o parcialmente electrificados. Coches a los que por la autonomía de sus baterías no les conviene grandes velocidades. Modelos que por su enfoque «ecofriendly» no tienen sentido que superen ciertos límites de velocidad.

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