Tipos de postes de carga para coches eléctricos

Las baterías de los automóviles eléctricos tienen distintos modos operativos de carga. Los tipos de postes de carga para coches eléctricos fundamentalmente son dos: los de corriente alterna (AC) y los de corriente continua (DC). A grandes rasgos, el primero proporciona una intensidad de electricidad homogénea, mientras que el segundo alterna el sentido de la corriente de manera cíclica.

En el poste de carga que suministra AC, la corriente que llega al vehículo se transforma a través de un inversor que pasa a la batería, donde se almacena la electricidad. La ventaja principal de este tipo de poste de carga es que son dispositivos baratos, que permiten incluso conectar al coche a la red eléctrica general. De hecho, este tipo de poste son los conocidos como carga lenta o doméstica.

Cargas «domésticas» de ocho horas

En este caso, el vehículo utiliza la misma red monofásica de la vivienda, esto es, una intensidad de 16 amperios y un voltaje de 250 V. Esto implica que la potencia eléctrica sea de unos 3,7 kW, conllevando una clara desventaja: el tiempo de carga de las baterías es demasiado largo, mínimo de ocho horas.

Además, dado que el vehículo eléctrico usa el mismo circuito que el resto del hogar se pueden producir cortocircuitos, ocasionando molestias. Puede ocurrir que salten los plomos de la casa y que el poste deje de alimentar las baterías del coche, impidiendo su carga al completo. Para evitarlo, los fabricantes incluyen una toma «SAVE» que limita la intensidad a 10 amperios. Con esta, la carga es más segura pero también más lenta: entre 10 y 14 horas.

Cuatro horas de carga semi rápida desde casa

En los domicilios se empieza a generalizar lo que popularmente se conoce como poste de carga semi rápida. Se trata de un tipo de carga que trabaja con corriente alterna, tanto monofásica como trifásica. A 230V y 32A, la potencia demandada por el vehículo se incrementa a 7,4 kW. De esta manera, el tiempo completo de carga de las baterías se reduce a unas cuatro horas aproximadamente.

Entre los tipos de postes de carga para coches eléctricos destacan los de corriente continua (DC). La principal diferencia con el anterior es que la electricidad se transforma a corriente continua directamente en el poste de carga.

La consecuencia directa es que son postes mucho más rápidos, pero también más caros. Son los puntos de carga que el usuario de un coche eléctrico se encuentra en la vía pública o en espacios privados establecidos por empresas. Las administraciones y el sector energético trabajan conjuntamente para extender su infraestructura.

Los postes de Tesla marcan el camino

Al trabajar con corriente continua, los coches admiten potencias de entre 50 y 100 kW. Hablamos de cargas rápidas o súper rápidas que reducen el tiempo de espera. El fabricante Tesla tienen sus propios postes, los denominados por los chicos de Musk como «Supercargadores», que en poco más de 20 minutos cargan al 80% las baterías de sus coches.

El resto de las marcas tienen sus propias estrategias, aunque todas buscan marcos de colaboración público-privado que universalicen una red de postes de carga rápida, sobre todo en carretera. En la actualidad es inviable realizar en España un trayecto largo con un coche eléctrico.  

Más que una realidad, este tipo de cargadores se encuentra en fase experimental, ya que se trata de unos postes pensados para vehículos eléctricos con acumuladores del tipo supercondensadores, como puede ser el caso de algunos autobuses eléctricos. Se está probando con potencias de carga de hasta 150 kW, que de convertirse en un hecho cambiaría drásticamente la realidad del coche a pilas.

Deja un comentario