Una de las multas de circulación mas habituales, especialmente entre los conductores jóvenes, está relacionada con el número de ocupantes permitidos en un vehículo. Pero, ¿cuántas personas pueden ir en un coche? La pregunta es rápida de contestar, aunque como toda norma tiene su letra pequeña. En la Tarjeta de Inspección Técnica, que debe ir siempre en el coche, se especifica el número de plazas autorizadas de las que dispone el vehículo.
En primer lugar, el hecho de no respetar la norma y superar el número de personas que pueden viajar en el coche tiene una merma directa en la seguridad de los ocupantes. Alguno de estos irán sin el cinturón de seguridad obligatorio, con el grave riesgo que esto supone en caso de accidente. Y no solo eso, el exceso de personas en el habitáculo dificulta la visibilidad del conductor. Por no hablar de una mayor probabilidad de distracciones o de un excesivo peso que merma, por ejemplo, la capacidad de frenada del automóvil.
Entonces, ¿cuántas personas pueden ir en un coche? En el caso del mercado español, el turismo más habitual tiene una longitud de 4,50 metros y cuenta con un habitáculo homologado para cinco ocupantes. Le siguen de lejos los coches de cuatro plazas, ya sean urbanos con dos asientos delanteros y dos traseros o los denominados «2+2», generalmente coches deportivos con dos plazas delanteras y dos traseras pequeñas y de un uso puntual para adultos. Y los «7 plazas», SUV o monovolúmenes de gran tamaño que pueden alojar hasta siete personas en su interior, en disposición 2+3+2. Además, están las furgonetas adaptadas a pasajeros que disponen de hasta nueve plazas, y en el extremo contrario los deportivos más radicales con dos únicas butacas.
Llevar más personas en el coche acarrea multas
Según el tipo de coche, cambia el número de personas que pueden viajar a bordo. Lo que no varía es que el hecho de que superar el número de ocupantes permitidos conlleva multas. ¿Y para quién son estas sanciones? Para el conductor. Él es el máximo responsable de llevar más pasajeros de los autorizados, o lo que es lo mismo, más personas que cinturones tiene el vehículo, lo que acarrea una sanción leve penalizada con 80 euros de multa sin retirada de puntos.
La infracción puede ser grave si se supera en un 50% el número de plazas homologadas, según el Código de Tráfico y Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico (DGT). De tal manera que si un turismo de cinco plazas lleva ocho personas a bordo, el conductor se enfrenta a una multa de 500 euros y la retirada de cuatro puntos del carné, además de inmovilizar en el momento el vehículo por parte de las autoridades competentes.
Y no solo eso, la aseguradora puede desentenderse en caso de siniestro. Amparada en el incumplimiento de una norma de circulación de obligado cumplimiento, la compañía queda exenta de hacerse cargo de los gastos derivados de un accidente. Independientemente del tipo de póliza, el propio conductor podría responder por los daños ocasionados y pagar de su bolsillo cualquier indemnización derivada.
Los niños deben ir en su silla, y cuentan como un adulto
Al igual que un adulto no puede viajar de cualquier manera en el coche, los niños también están sujetos a una normativa. Desde 2006, los niños contabilizan exactamente igual que un adulto en el cómputo de plazas homologadas. Lo deben hacer en el sistema de retención infantil correspondiente (si superan los 1,35 metros de altura, podrán usar un alzador y abrocharse el cinturón de seguridad).
Y lo más importante: las sillas no pueden rozarse entre sí. De tal manera que el número de niños a bordo no queda determinado por las plazas del coche, sino por el cumplimiento de esta norma. Se podría dar el caso de que en un coche urbano con una silla infantil grande, solo se pueda llevar un niño en el vehículo.