Diferencias entre autopista y autovía

Aunque en ocasiones se suelen utilizar como sinónimos, una autopista y una autovía no son el mismo tipo de carretera. Si bien es cierto que comparten ciertas similitudes, hay aspectos que marcan las diferencias entre un tipo y otro de calzada. La Red de Carreteras de España cuenta con 165.624 kilómetros, de los cuales, 17.228 corresponden a vías de gran capacidad, entre las que se encuentran las autopistas y las autovías.

Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre una autopista y una autovía? La principal reside en su gestión y mantenimiento. En el caso de la autopista, el Estado lanza una concesión para que empresas privadas se encarguen de ellas. Contra la creencia general, no todas las autopistas tienen peaje: es la concesionaria la que determina si cobra a los usuarios (conductores) o al Estado para financiarse.

La autopista se identifica por las siglas AP en las señalizaciones de tráfico, seguidas de un número. Esta regla no siempre se cumple y varía según la Comunidad Autónoma.

Sin embargo, la autovía siempre es de libre circulación y en ningún caso hay que pagar por su uso. Se financian a través de los Presupuestos Generales del Estado. Las autovías nacen en España en los años 70 y 80 a través de la Ley de Carreteras, cuya misión era duplicar el número de carriles de las nacionales radiales, las cuales acogían un gran flujo de tráfico que no eran capaces de soportar.

Este tipo de vía se señaliza con la letra A seguida de un número, aunque, de igual forma que las autopistas, cada autonomía elige su propio código.

Las diferencias están en los detalles de sus diseños

Las otras diferencias entre autopista y autovía están en el diseño. Como se acaba de apuntar, la mayoría de las autovías están construidas sobre antiguas carreteras nacionales. Por esta circunstancia, es común encontrarse con curvas más cerradas, mayores desniveles en las pendientes y arcenes más estrechos en comparación con las autopistas.

En una autovía los carriles de aceleración y desaceleración no deben tener una longitud determinada, mientras que en una autopista sí. Además, en una autovía tampoco es obligatorio que existan vías de servicio, pudiendo haber paradas de autobús en la misma calzada. En una autopista es preciso que cada cierta distancia (un máximo de 200 kilómetros) haya puntos de acceso a los terrenos colindantes, donde poder parar el vehículo.

La confusión entre un término y otro reside en que autopista y autovía comparten elementos, como, por ejemplo:

  • Tienen que estar compuestas por dos calzadas separadas por una mediana no circulable. Cada calzada tiene, al menos, dos carriles para cada sentido de la marcha
  • La velocidad máxima es de 120 kilómetros por hora
  • Tienen entradas y salidas sin cruce y cuentan con arcenes, pero ninguna tiene cruces o intersecciones al mismo nivel. Tampoco, rotondas ni semáforos.
  • Su uso está limitado a turismos, motocicletas, camiones y autobuses que puedan circular a una velocidad mínima de 60 km/h
  • No atraviesan poblaciones, sino que los rodean a modo de vías de circunvalación o de acceso a las ciudades

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