5 trucos para cuidar los neumáticos y ahorrar combustible. Como ya sabréis, el pasado mes de febrero, el precio de la gasolina y del gasóleo empezó a subir hasta llegar a máximos históricos. Aunque no son los únicos motivos, la pandemia por la COVID-19 y la guerra en Ucrania han ayudado a disparar los precios.
Si bien es cierto que, ahora, se han estabilizado un poco, gracias también a la ayuda que el Estado ha aplicado a las gasolineras, también es verdad que el precio continúa siendo elevado, sobre todo en comparación con otros momentos en los que se ha mantenido moderado. Ante esta escalada de precios, podemos llevar a cabo varias acciones que nos ayudarán a ahorrar combustible. Una de ellas es, sin duda, el cuidado de los neumáticos. ¡No te pierdas estos cinco trucos que ayudarán a tu bolsillo!
Llevar los neumáticos del coche en mal estado repercute en un mayor consumo de gasolina (y de emisiones). Concretamente, el consumo puede ascender hasta el 3%. Además, los neumáticos con poca presión pierden pequeños fragmentos de su estructura, por lo que esas piezas terminan en el medio natural y lo perjudican. Entonces, en lo que llevamos de artículo, ya hemos visto dos importantísimas razones para mantener nuestros neumáticos en buen estado: la económica y la sostenible. Pero es que, además, también tenemos la referente a la seguridad. Y es que un buen estado de los neumáticos garantiza la seguridad al volante.
La Agrupación de Fabricantes de Neumáticos de España (AFANE) considera que los conductores “pueden aportar un importante grano de arena con la elección correcta a la hora de comprar los neumáticos y un constante mantenimiento durante su uso”. Por ello, nos ayudan con estas cinco claves a tener en cuenta para ahorrar y conducir de forma segura.
Escoger el neumático adecuado
Para conseguir una mayor eficiencia del combustible, hay que ser selectivo a la hora de comprar y optar por el modelo más adecuado, teniendo en cuenta nuestro vehículo y nuestras necesidades. La etiqueta del neumático ofrece información útil sobre la sostenibilidad y la eficiencia energética del modelo elegido. Así, dependiendo de los materiales, dibujo y compuesto del neumático, el gasto en combustible será mayor o menor.
Comprobar la presión
El aire del neumático ha de tener la presión recomendada por el fabricante, ni más, ni menos. Ésta varía según el modelo del vehículo y sus características (número de pasajeros, equipaje transportado, etc.). Una vez sabemos la presión que les corresponde a nuestros neumáticos, hay que revisarla al menos dos veces al año y antes de un trayecto largo. Eso sí, siempre con los neumáticos en frío.
Revisar el dibujo
Con el tiempo, y especialmente durante los meses de verano donde el calor puede hacer que el asfalto alcance unas temperaturas de hasta 70 ºC, el dibujo del neumático se desgasta. Su profundidad no puede ser inferior a 1,6 mm, ya que no solo carece de las garantías de seguridad necesarias, sino que además, legalmente, no está habilitado para transitar por la carretera.
Tener en cuenta el peso y la dirección
El peso de todos los neumáticos tiene que ser similar, y su dirección ha de estar alineada. De no ser así, es probable que notemos una desviación del coche o una vibración del volante al conducir a altas velocidades. Esto aumenta el desgaste de los neumáticos y, por tanto, se traduce en un mayor consumo de combustible.
Ir al mecánico
Cada cierto tiempo, es necesario visitar nuestro taller mecánico, no solo para un buen mantenimiento de los neumáticos, sino por seguridad general. Los profesionales pueden detectar fallos que, a nosotros, pueden pasarnos desapercibidos.
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