Qué es un coche de kilómetro 0

Un kilómetro 0 es un coche completamente nuevo que ya está matriculado. En ningún caso, el odómetro -el indicador de kilómetros totales del vehículo- puede marcar una cifra superior a los 50 kilómetros: los justos para transportarlo, moverlo o lavarlo. Sin embargo, en muchos casos los concesionarios de las marcas o las empresas de compra-venta de utilizan esta fórmula como reclamo. En este sentido, el cliente debe tener claro cuáles son las diferencias entre un kilómetro 0, un seminuevo o un vehículo de gerencia o exposición.

La principal distinción del protagonista de este post con el resto es que un kilómetro 0 lo estrena el comprador, nunca ha salido a la vía pública -ha circulado apenas un puñado de kilómetros- y no ha sido utilizado como un vehículo ‘demo’, aquellos que prueban los clientes durante el proceso de compra junto a un comercial.

El coche de kilómetro 0 tuvo su apogeo en los años posteriores a la crisis económica de 2008. Las marcas y los concesionarios vivieron una época de ventas muy bajas, que eran equilibradas en parte por los ingresos de postventa. Para cubrir el resto del ‘gap’, la red de los fabricantes dio carrete a esta modalidad de coche nuevo. Además, con estas automatriculaciones, los concesionarios llegan a los objetivos de ventas y así pueden alcanzar un descuento por volumen (un rápel), liquidan ‘stock’ de modelos que van a ser remplazados por una generación nueva o disponen de margen comercial para ofrecer precios competitivos ante, por ejemplo, situaciones como el cambio de una normativa.

El coche de kilómetro 0 es más barato y su entrega es inmediata

Una vez explicado qué es un coche de kilómetro 0 y los intereses que hay detrás, la pregunta que le puede surgir al lector es qué beneficio saca respecto a uno nuevo. La primera es obvia, es un coche a estrenar, como si hubiera sido encargado a fábrica. La segunda es el precio, más bajo, incluso con descuentos que pueden alcanzar el 25%. El concesionario suele tener prisa por deshacerse de estas unidades, entre otras razones, porque son vehículos que se devalúan más rápidamente.

La tercera ventaja para el comprador es que la entrega es inmediata. A diferencia de un coche nuevo, el kilómetro 0 está en la ‘campa’ del concesionario y solo hace falta realizar una transferencia por el cambio de propiedad. Por supuesto, desaparecen los costes de matriculación y transporte.

El comprador pierde la posibilidad de configurar el coche a su gusto

La rebaja en el precio de un coche de kilómetro 0 conlleva alguna desventaja. La principal es que el cliente pierde la capacidad de configuración del modelo en cuestión. El modelo que ofrece el concesionario es el que hay. Por supuesto, el comprador renuncia a elegir el color de la carrocería, el nivel de acabado, los equipamientos opcionales o el tipo de motor.

Además, al ser coches matriculados ya han consumido parte de su tiempo de garantía legal, que comienza desde el día que fueron matriculados. En algunos casos, algunas marcas y concesionarios compensan este periodo con una extensión de garantía sin cargo. También es habitual que el precio de los coches de kilómetro 0 estén sujetos a la financiación con la compañía que la marca tiene para estos menesteres.

Como conclusión, en ningún caso el kilómetro 0 debe ser un coche de pruebas: es el comprador el que lo estrena. No obstante, sí podría tratarse de una unidad que ha estado en exposición. En cualquier caso, si no cumple estos requisitos, se trata de un coche usado y no disfruta de la categoría de nuevo.

Deja un comentario