Los pueblos más encantadores de la provincia de Lleida

Es cierto que Catalunya es una región que invita a visitar su costa, pero tiene muchos otros tesoros escondidos en su interior. Es el caso de la provincia de Lleida, que destaca por la conservación de sus pueblos de la época medieval y sus bucólicos parajes. Y siempre con los Pirineos como un inmejorable telón de fondo.

Por eso queremos llevarte de ruta por los pueblos más encantadores de Lleida. Un trayecto que comenzará en la ciudad homónima y pasará por poblados, valles y montes que nos permitirán conocer una Catalunya menos popular, pero tan impresionante que querrás repetir en cuanto tengas la oportunidad.

Lleida

Comenzaremos en la capital de la provincia, donde destaca la Catedral Seu Vella, un templo imponente que se postula como Patrimonio de la Humanidad. Pero no es la única catedral que hay en la ciudad –sí, tiene dos–, ya que también tendremos la nueva, que es donde se encuentra la actual Diócesis de Lleida.

También es muy recomendable dar un paseo por el centro histórico de la ciudad, que tiene en la Plaza Sant Joan su centro neurálgico.

Vallbona de les Monges

En plena comarca de Urgel, este encantador pueblo de 250 habitantes posee una joya que merece la pena visitar. Hablamos de la abadía cisterciense de Vallbona, habitada por monjas de dicha congregación desde hace varios siglos.

Está declarada Monumento Nacional por la mezcla de un estilo románico y gótico que le confiere un aspecto único. Tanto por dentro como por fuera, este monasterio te dejará boquiabierto.

Guimerá

Siguiendo nuestra ruta por los pueblos más encantadores de Lleida, llegamos a Guimerá, una localidad de corte medieval que destaca por la arquitectura de piedra de sus edificios. Nosotros te recomendamos que te dejes llevar por sus calles, plazas y callejones.

Deambulando por el pueblo encontrarás verdaderas joyas como su iglesia o los restos del Castell de Guimerá.

Guimerá: uno de los pueblos más encantadores de Lleida.

Montfalcó Murallat

Y si quieres visitar una localidad totalmente amurallada, te recomendamos Montfalcó Murallat. Es un pueblo con apenas 15 casas que están rodeadas por un muro medieval. Es tan pequeño como encantador, así que no tardarás demasiado tiempo en verlo, pero te aseguramos que nunca lo olvidarás.

Montsonís

Dejando atrás valles y monasterios, llegamos a una villa medieval en la montañosa comarca de la Noguera. Galardonado como uno de los ‘pueblos con encanto de Catalunya’ por la propia Agencia Catalana de Turismo, Montsonís triunfa por contar con uno de los primeros castillos de España que fueron abiertos al público.

Un pueblo que también enamora por sus callejuelas y arquitectura medieval. Por no hablar de las vistas impresionantes que tendremos desde lo más alto del pueblo.

Colegiata de Santa María de Mur

Y no podía faltar en esta ruta la Colegiata de Santa María de Mur, que data del siglo XI. Un conjunto amurallado que esconde interesantes tesoros arquitectónicos y en el que se exhibían pinturas que fueron expoliadas hace ya unos 100 años. Algunas pueden verse hoy en el Museo de Bellas Artes de Boston.

Salás del Pallars

Sin salirnos de la misma comarca –Pallars Jussá–, llegamos al final de esta ruta: la localidad de Salás del Pallars. Es un pueblo muy recomendable con un centro histórico digno de ver. De hecho, cuenta con una de las propuestas culturales más curiosas de toda la provincia.

Hablamos de las Botigues Museu Salás, un conjunto de tiendas de época recreadas. En ella encontraremos productos de todo tipo pertenecientes a la vida cotidiana a partir de la Segunda Revolución Industrial. Desde cosméticos hasta conservas o licores con los que nos inundará la nostalgia.

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