Si por algo destaca una provincia como Girona es por su variedad geográfica. Desde las playas y calas vírgenes de la Costa Brava hasta los paisajes montañosos que limitan con el Pirineo catalán. Localidades pesqueras como Tossa de Mar o Cadaqués y la zona volcánica de La Garrotxa o Cap de Creus. Localidades y puntos de interés en una de nuestras mejores rutas en coche por Girona.
Otro de los atractivos de Girona residen en la oferta cultural. Y es que es en esta provincia están tres de los museos más importantes en torno a la figura de Salvador Dalí. La Casa Museo de Portlligat, el Teatro Museo de Dalí en Figueres y el Castillo Gala Dalí de Púbol.
Pero las maravillas de esta provincia no acaban aquí, ya que existen rutas por carretera que te llevarán a localidades mágicas, pesqueras y medievales. Por eso queremos mostrarte una de nuestras rutas en coche por Girona.
Girona
La ciudad de Girona se la conoce como la ‘Ciudad de los Cuatro Ríos’, ya que confluyen allí los ríos Onyar, Güell, Galligants y Ter. Este último, da nombre al valle en el que se encuentra una ciudad con reminiscencias romanas, árabes y hebreas, tal y como nos muestra su casco antiguo.
Al fin y al cabo, es una ciudad fundada por los romanos en el siglo I a.C. Buena cuenta la imponente muralla que protege la ciudad, cuyos restos llegan más allá de los Jardines de la Muralla. Destacar también la imponente Catedal de Santa María, lo mismo que la iglesia de Sant Nicolau y el monasterio benedictino de Sant Pere de Galligants.
Si cogemos la carretera, a tan solo 18 kilómetros encontramos un lago abrigado a las colinas de la Sierra de Rocacorba: Banyoles, parada obligada en todas las rutas en coche por Girona.
Banyoles
Entre los ríos Fluviá y Terri, esta localidad en las proximidades del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa, destaca por la presencia de un lago de 6 kilómetros de perímetro en el que pasear, pescar o hacer piragüismo.
Pero también destaca su casco urbano, articulado en torno a dos puntos: la Vila Vella y la Vila Nova. En la primera, la iglesia de Santa María de Turers (s. XIV) y el monasterio de Sant Esteve. En la parte nueva, se levantan antiguos y señoriales edificios alrededor de una las plazas mayores más grandes de Catalunya.
Y buscando el oeste por carretera, cogiendo la C-66, llegaremos en cuestión de minutos a las zonas volcánicas de La Garrotxa y Olot.
La Garrotxa y Olot
Se trata de una comarca marcada por los bosques y volcanes que se alzan a su alrededor. Un paraje privilegiado para los amantes de la naturaleza, ya que encontraremos conos volcánicos y alrededor de 20 coladas de lava.
Olot, la capital, está protegida por cuatro volcanes: la Garrinada, Bisaroques, Montsacopa y Montolivet. En entorno urbano, cabe destacar Puente Viejo románico de Besalú o la Vila Vella de Santa Pau. En el campo, la parada obligada se encuentra en los Humedales de la Moixina.
Pero aún hay más, porque si cogemos la N-260 en dirección norte, alcanzaremos la localidad de Ripoll.
Ripoll
Ripoll es una localidad gerundense que se ha levantado al calor del monasterio benedictino de Santa María de Ripoll. Una orden que nos regala un claustro magnífico y una iglesia de pórtico extraordinario. También conviene visitar el Museo Etnográfico, que se encuentra en el interior de la iglesia de Sant Pere.
Siguiendo más hacia el norte, por la N-620, llegaremos a las cumbres pirenaicas de La Cerdaña.
La Cerdaña
Y es que las montañas nevadas del norte de Girona también merecen una buena visita. Concretamente, las de la zona de La Cerdaña, donde los valles Ribes y Núria suavizan un paraje montañoso de caudalosos ríos.
Un entorno natural y privilegiado en el que se intercalan construcciones medievales como Puigcerdá o Sant Joan de les Abadesses.
Si volvemos hacia la N-620, en dirección al mar, alcanzaremos una de los lugares más recomendables de Cap de Creus: Cadaqués.
Cadaqués
Una localidad de marcada tradición pesquera y con un casco histórico que merece la pena visitar. De hecho, ha sido lugar de culto para artistas de todo tipo, que buscaban su inspiración al fondo de la bahía de Cadaqués.
Como cabe de esperar, su rocoso litoral, entre el que se resguardan playas y calas de aspecto salvaje, es otro de sus principales atractivos.
Para concluir una de nuestras mejores rutas en coche por Girona, cogeremos la carretera C-31, que nos llevará por localidades como Sant Pere Pescador, L’Escala o Begur.
Begur
Y es que esta última, de gran tradición medieval, se levanta a dos pasos del mar. También destacan su arquitectura popular a base de piedra y las casas de indianos y otras viviendas señoariales de aspecto colonial.
Tampoco puedes perderte sus pequeñas playas y calas que visten sus acantilados pedregosos. Si pillas buen tiempo, como casi siempre hace en los meses de primavera y verano, te encontrarás en un entorno privilegiado.