En el año 2018 la Unión Europea aprobó a nivel comunitario una nueva denominación para los carburantes. Con el objetivo de facilitar a los usuarios un correcto repostaje, la normativa no sustituye ni modifica la información previa (gasolina 95, 98; gasoil A, B, etc), sino que es una herramienta visual complementaria. En base a la nueva directiva europea (2014/94/UE) el combustible se distingue visualmente por una letra y una forma geográfica. Te contamos las claves del último etiquetado de combustibles para evitar sustos y no equivocarte en el surtidor.
Lo primero que tienes que saber es que el cambio no afecta a lo que se echa dentro del depósito del vehículo. Simplemente se trata de un cambio de denominación que tiene como objetivo que todos los vehículos y estaciones de servicio de Europa se homogeneicen. Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), es una medida pensada para que los conductores que acuden a otros países no incurran en errores que pueden provocar graves daños a los motores.
El cambio en la denominación de los carburantes afecta a la gasolina de 95 y 98, así como las diferentes versiones de diésel y gas. Estas son las claves del último etiquetado de combustibles. ¿Qué significan las siglas y las formas que podemos ver en las gasolineras?
Formas y siglas con las que hay que familiarizarse
Las etiquetas para la gasolina tienen forma de círculo. En su interior se encuentra una letra E, que significa etanol, y un número, que hace referencia al porcentaje máximo de etanol del combustible. En este caso, hay gasolina E5, E10 y E85.
Para el gasóleo, se reserva un cuadrado con la letra B, que significa biodiésel. Esta letra va acompañada de un número que indica el porcentaje máximo de biodiésel que contiene. De este modo tenemos gasóleo B7 y B10. Además, podemos encontrar una tercera etiqueta cuadrada con las letras XTL, que hace referencia al diésel sintético, fabricado a partir de material fósil o renovable.
El gas está representado por un rombo y en su interior contiene las letras H2 (hidrógeno), CNG (gas natural comprimido), LPG (gas licuado del petróleo) y LNG (gas natural licuado).
¿Dónde se encuentra el etiquetado?
En las estaciones de servicio, junto a las pistolas de repostaje, se puede ver el etiquetado, complementado la información «tradicional» de gasolina 95, 98 o diésel. Está escrito en negro sobre un fondo blanco.
Además, los nuevos vehículos comercializados por primera vez o matriculados a partir del 12 de octubre de 2018 incluyen la etiqueta que indica el tipo de combustible con que se puede llenar el depósito. En este caso, la etiqueta figura en la proximidad del tapón de llenado o en la tapa del depósito del vehículo.
La etiqueta también aparece en el manual de usuario del vehículo.
El objetivo, evitar las equivocaciones
Según un estudio de RACE, más de 72.700 personas se equivocan cada año en España a la hora de repostar. El nuevo etiquetado está diseñado para evitar esos fallos. Recordar que en los vehículos de gasolina, el cuello de llenado de combustible es más pequeño que la boca de la manguera del surtidor de gasóleo, disminuyendo en buena medida las posibilidades de error. Sin embargo, en un coche diésel sí es más habitual que ocurra este tipo de «accidentes» por las dimensiones de la manguera de la gasolina y de la boca de llenado del gasoil.