Todo lo que necesitas saber sobre los neumáticos de invierno

Los neumáticos son el único elemento de contacto entre el vehículo y el asfalto. Se trata, por lo tanto, de un equipamiento capital para mantener la seguridad al volante. Con un neumático inadecuado, en mal estado, a baja presión o con un pinchazo, aumentan considerablemente las posibilidades de sufrir un accidente. Con la llegada de las bajas temperaturas, el hielo, la nieve o la lluvia, la situación empeora y el riesgo se incrementa. Te contamos en la siguiente guía práctica todo lo que necesitas saber sobre los neumáticos de invierno.

Frente al neumático convencional, los de invierno están especialmente diseñados para rodar en condiciones de extrema dureza, bajas temperaturas y carreteras húmedas, nevadas y heladas. En concreto, están preparados para circular con seguridad a temperaturas inferiores a 7 ºC, tanto si la carretera está nevada como si no.

Las características fundamentales de un neumáticos de invierno son:

  • El dibujo: la banda de rodadura de una rueda de invierno presenta una superficie con más surcos y de mayor profundidad que los neumáticos tradicionales. También llamadas laminillas, son un 10% más hondos (por normativa no pueden contar con una profundidad inferior a los 3 milímetros) para facilitar el drenaje del agua y evitar el aquaplaning.
  • El compuesto: la goma tiene un mayor porcentaje de caucho natural, con el objetivo de facilitar que las cubiertas sean más flexibles incluso a bajas temperaturas. De esta manera, mejora la adherencia al suelo y, en consecuencia, la estabilidad y seguridad del vehículo.
  • La identificación: se distinguen a simple vista mediante marcas especiales, M+S o 3PMSF, situadas en el flanco de la rueda.

Dónde y cuándo utilizarlos

Lo primero que tienes que saber sobre dónde y cuándo utilizar los neumáticos de invierno es que en España no son obligatorios. A diferencia de países del centro y norte de Europa, aquí solamente se recomienda su uso en zonas de montaña, en donde los meses de invierno las temperaturas son frías tanto por el día como por la noche. Si vives en una zona templada o con inviernos moderados, se puede prescindir de estas gomas. Recuerda que alcanzan su comportamiento idóneo por debajo de los 7 ºC.

Con este frío, las cubiertas tradicionales se endurecen y pierden sus propiedades, convirtiéndose en una opción menos segura. Como aumentan el agarre del vehículo, también ayudan a mejorar la estabilidad cuando la carretera está mojada. 

Bajo estas circunstancias, la capacidad de adherirse al asfalto es seis veces superior a la del resto de cubiertas; por lo tanto, las posibilidades de sufrir aquaplaning se reducen considerablemente.

Con este aumento de la adherencia, se reduce notablemente la distancia de frenado en condiciones extremas. Si viajas a una velocidad de 50 km/h, se necesitan 11 metros menos que con un neumático tradicional para detener el coche sobre la nieve. Además, se reduce el espacio necesario en 8 metros cuando se circula a 30 km/h sobre un pavimento con hielo.

Desventajas de utilizar neumáticos de invierno

Este tipo de ruedas no son aptas en todas las situaciones. Como te venimos contando en esta guía práctica sobre todo lo que tienes que saber sobre los neumáticos de invierno, es importante analizar diferentes aspectos. En caso de que te hagas con un juego, debes saber que:

  • Son más caros: por norma general, y a no ser que encuentres una oferta muy concreta, los neumáticos de invierno son un 10% más caros que los normales. Desconfía de los chollos, sobre todo en internet, y compra primeras marcas.
  • Son más ruidosos: sobre todo, los modelos de marca «low cost», llenando el habitáculo del coche de un zumbido constante y desagradable.
  • Lugar para almacenarlos: durante los meses calurosos, de abril a septiembre, se deben colocar los neumáticos convencionales, ya que con el aumento de las temperaturas se incrementa el desgaste de los de invierno. En la época calurosa, hay que contar con algún espacio específico (trastero, garaje, etc) para almacenar el juego de ruedas que dejas de utilizar.
  • Taller especializado que te realice el cambio entre ambos juegos: se debe pasar por el taller para hacer el cambio de ruedas. Algunos talleres y especialistas ofrecen el «servicio de guardería» de los neumáticos hasta el siguiente cambio. En algunos casos, de forma gratuita.

Alternativas a los neumáticos de invierno

Teniendo en cuenta las condiciones en las que los neumáticos de invierno funcionan mejor y presentan una ventaja real sobre los convencionales, solo es recomendable colocar un juego en zonas en las que las temperaturas frías estén presente durante una época larga del año. Para el resto de conductores, las mejores alternativas a los neumáticos de invierno son:

  • Las fundas de nieve: están pensadas para utilizarse en momentos puntuales y de urgencia, en ningún caso para circular habitualmente por carreteras nevadas. Las principales ventajas es que son adaptables a ciertos vehículos que no tienen la opción de montar cadenas convencionales. Además, no dañan la llanta y no perturban los sistemas electrónicos de seguridad (ABS).
  • Las cadenas metálicas: se pueden encontrar de diferentes tipos y requieren un montaje algo más complicado, siendo más resistentes que las fundas de nieve. Un inconveniente de las cadenas es que hay algunos vehículos en los que no se pueden colocar. En todo caso, las cadenas deben ponerse a las ruedas de tracción del vehículo.

En resumen, aunque no son obligatorios en España, los neumáticos de invierno son recomendable si vives en zonas de montaña o con bajas temperaturas con la llegada del frío. Con ellos colocados, la conducción es más segura y te evitas la engorrosa labor de colocar las cadenas.

Deja un comentario