Guía para conducir más seguro por ciudad

La evolución de la humanidad es, esencialmente, un fenómeno ciudadano. Es en las ciudades donde se han gestado las grandes innovaciones y teorías que han hecho avanzar al ser humano. Si las proyecciones se cumplen, en el año 2050 más de 6.000 millones de personas vivirán en urbes. Esto supone que las ciudades han de ser capaces de dar respuesta a grandes retos, entre los cuales está el de la movilidad. Cómo se desplazará el ser humano está en el centro del debate. Caminando, en transporte público, en bicicleta y, ¿en coche? Tenga o no su espacio en la ciudad del futuro, el coche es presente y tiene que convivir con el resto de actores. A continuación, tienes una guía para conducir más seguro por ciudad.

El problema actual de la seguridad vial en la ciudad es que cada vez más usuarios comparten la calles, cada vez hay más tráfico y, como consecuencia, más accidentes. Naciones Unidas reclama el límite de velocidad de 30 km/h para las ciudades y pueblos de todo el mundo, una medida polémica que cuenta tanto con partidarios como con detractores. El objetivo es proteger a los usuarios más vulnerables, disminuyendo el riesgo de sufrir atropellos.

Conducir en ciudad tiene sus riesgos y la velocidad es uno de los factores influyentes y que está detrás de buena parte de los accidentes en el entorno urbano. Pero no es el único. Veamos cuáles son los puntos más conflictivos de la circulación en ciudad y algunas recomendaciones para reducir estos peligros. Guía para conducir más seguro por ciudad.

Recomendaciones básicas que todo conductor debe cumplir

Moverse en coche por la ciudad conlleva sus riesgos. Existen una serie de puntos conflictivos en la circulación urbana y como respuesa a estos, algunas recomendaciones que te contamos a continuación:

  • Reducir la velocidad cuando se circula por zonas residenciales o escolares y en las proximidades a un paso de peatones. Por la noche, no relajarse.
  • Mantener la distancia de seguridad con el vehículo precedente. Ten en cuenta que las motos frenan más rápido que un coche y si circulas muy cerca, aumenta el riesgo de colisión.
  • Extremar la precaución cuando se circula al lado de un ciclista o usuario de patinete -al menos a una distancia de 1,5 metros-.
  • Usar el intermitente para indicar cambios de carril o giros. Es el único modo de comunicarse con el resto de usuarios de la vía.
  • Circular con un vehículo correctamente mantenido y con neumáticos en buen estado, de esta manera se garantiza un buen agarre y se reduce la distancia de frenado.

Pero, ¿cuáles son los puntos más peligrosos o las situaciones más delicadas que anteceden a un accidente de tráfico en la ciudad?

Demasiado ruido, muchas señales… pero sobre todo muchos vehículos que complican la circulación, provocando atascos. ¿Te suena? En estas situaciones, aumenta el estrés al volante. El problema de conducir con este nivel de tensión es que disminuye la concentración, se realiza una conducción con más distracciones y, lo que es peor, puede derivar en una actitud más agresiva y menos tolerante. El resultado final, aumenta el riesgo de sufrir un siniestro. 

Los peatones y los atropellos

Las muertes por atropello son una de las más habituales entre los accidentes de circulación en ciudad. En concreto, en 2020 el 80% de todos los fallecidos por accidentes de tráfico en ciudad fueron peatones y ciclistas. Tanto conductores como peatones y ciclistas tienen que cumplir con unas obligaciones para evitar estas situaciones de peligro.

Si eres de los primeros, recuerda que debes adaptar la velocidad al tipo de vía y densidad de tráfico, cediendo el paso o parando ante un semáforo en rojo o que haya cambiado a ámbar. Mantén la atención de todo lo que ocurre en tu entorno para anticiparte al peatón imprudente.

Si eres peatón, cruza por las zonas permitidas y cuando las indicaciones te den paso. La multa por cruzar la calzada cuando el semáforo para peatones está en rojo conlleva una sanción económica de 200 euros.

El peligro de los semáforos

Y es que los semáforos es uno de los puntos calientes de los que hablábamos antes. Según el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), el 80% de las colisiones graves en núcleos urbanos se producen cuando un vehículo acelera para pasar en ámbar y otro arranca cuando todavía no esta verde. Hay que recordar que el color ámbar no significa acelerar, todo lo contrario; avisa de reducir la velocidad y frenar. Solo si justo se pone en ámbar cuando acabas de llegar al semáforo, es mejor continuar antes que dar un fuerte frenazo, sobre todo si detrás de ti hay otros coches. 

La multa por saltarte un semáforo en rojo asciende a 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné y otros 200 euros y tres puntos menos si manipulas el teléfono móvil conduciendo o parado en un semáforo. 

Las rotondas y la mala interpretación de cómo circular por ellas

En las rotondas el error más frecuente y más peligroso es pasar del carril interior directamente a la salida de la rotonda, cruzándose de carril y cortando la trayectoria del vehículo que circula por el exterior. La cosa se complica si, además, estos conductores imprudentes ni siquiera señalizan el cambio de carril con el intermitente.

Otro momento conflictivo es cuando te acercas a una glorieta: siempre hay que ceder el paso dando prioridad a los vehículos que circulan por ella, algo que no siempre se cumple. 

La Dirección General de Tráfico (DGT) explica en tres reglas básicas cómo circular por una glorieta: respetar la prioridad del que ya circula por ella, utilizar sólo el carril derecho -el exterior- para salir y señalizar cualquier cambio de carril.

Los cruces o intersecciones: quién tiene la prioridad

Los cruces o intersecciones son una de las zonas urbanas donde se genera mayor peligro de una colisión. Una de las razones de este mayor riesgo lo encontramos en una velocidad excesiva de circulación y en el gran desconocimiento que tienen los conductores sobre quién tiene la prioridad. Además, entre los conductores existe cierta confusión entre las señales de «Stop» y «Ceda el paso».

Cuando dos calles con un único carril de circulación se cruzan, y no hay semáforo, señales de «Stop», «Ceda el paso» o ninguna otra señalización, la preferencia de paso la tiene el coche que tiene su derecha libre.

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