Consejos para una primera moto

Con la llegada del buen tiempo, muchas personas valoran la posibilidad de comprarse una moto. En algunos casos, puede tratarse de una primera moto. Si es así, te recomendamos que sigas leyendo esta entrada del blog, ya que te vamos a ofrecer una serie de consejos útiles. Pero por resumirlo mucho, quédate con la siguiente idea: una primera moto debe facilitar la vida, no complicarla.

Empezando por generalidades, es importante que una primera moto no te amargue la existencia. Ya sea por letras abultadas que te ahogan la cuenta corriente, por costosas facturas de mantenimiento o por ser vehículos complejos de pilotar. Simplifica la compra siempre, sin caer en gangas que a la larga te costarán más caras ni en lujos que te aten en el largo plazo. Mucho ojo con las compras por Internet y los posibles timos.

Qué moto puedes llevar

Los consejos para una primera moto deben estar ligados a la tipología de moto que cada uno puede pilotar. Hay tres carnets distintos: A1, A2 y A. El primero da acceso a partir de los 16 años a llevar motos de hasta 125 centímetros cúbicos, y 15 caballos de potencia. El segundo permite llevar motos de cualquier cilindrada, limitadas a los 48 CV y con una edad mínima de 18 años. El A no tiene ninguna limitación mecánica, solo cumplir más de 20 años y dos años de experiencia con el A2.

Además, existe el permiso o licencia de ciclomotor a partir de los 15 años (AM).

A partir de aquí, otra de las recomendaciones básicas para una primera moto es «no pasarse de frenada», y nunca mejor dicho. Es preferible decantarse por un modelo con el que hagas pie fácilmente, evitando caídas tontas en parado, que sea ligero y con el sillín lo más pegado al suelo posible. Seguramente no será la moto más espectacular ni con la que presumir, pero sí la que ofrecerá un manejo más sencillo y cómodo.

Menos es más para una primera moto

Ojo con la potencia y la cilindrada de tu primera moto. Aunque puedas llevar cualquier modelo, decantarse por una de altas prestaciones te acarreará mayores gastos de mantenimiento, tanto en revisiones periódicas como en averías. Igualmente, los seguros son más caros. Si es tu primera vez como propietario de una moto, ni te pases de cilindrada ni de complejidad técnica: mejor de 300 que de 500 cc; mejor monocilíndrica que bicilíndrica.

Por el contrario, no escatimes en seguridad. La normativa obliga a las motos a partir de 125 centímetros cúbicos a incluir un sistema de frenada avanzado o ABS. Mejor apostar por este segundo, aunque tengas que gastarte un poco más. Sobre todo si se hace un uso urbano del vehículo, el ABS puede salvar vidas. Alcantarillas, aceite derramado en el asfalto, pasos de cebra o días lluviosos son factores de riesgo a los que se enfrenta el «motero» que se pone frente al manillar diariamente para ir y volver del trabajo.

Una primera moto para, ¿uno o para dos?

Otro de los factores a ponderar es si vas a utilizar la moto solo o en compañía. Si se viaja habitualmente con alguien detrás, hay que fijarse en las características del asiento posterior. Que su mullido sea cómodo, que no vaya mucho más alto que el piloto y a ser posible que tengo asas laterales. También ayudan unos estribos para subirse más fácilmente.

Por último, entre los consejos para una primera moto hay que valorar la capacidad de carga. Si se trata de un «scooter», la capacidad suele ser limitada. Aún así, hay modelos mejores que otros, ofreciendo huecos generosos bajo el asiento para dejar una mochila. Si se trata de una moto, deberás añadir un baúl trasero, que sea grande y sencillo de montar. En él puedes meter objetos de un volumen considerable. Así también la carga queda separada del piloto, reduciendo los riesgos en caso de caída.

Y por último, entre los consejos para una primera moto, no puede faltar la compra de un buen casco.

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