Cualquier época del año es buena para realizar una ruta en coche por el Delta del Ebro, en la provincia de Tarragona. Ya sea verano, otoño o primavera, las posibilidades para realizar una escapada por la zona son infinitas. Con niños, con mascotas o en pareja, descubre la desembocadura del Río Ebro al Mar Mediterráneo: un paraje natural de gran belleza y con un ecosistema rico por su fauna y flora.
Después del Parque de Doñana, el Delta del Ebro forma la zona húmeda más importante de España. Y no solo por su gran biodiversidad y su extensa fauna terrestre y marina, merece una visita. Sus playas salvajes y kilométricas, sus extensos arrozales que cambian de color con la llegada de nueva estación del año, y sus pueblos con encanto como Poble Nou del Delta, Els Muntells, Deltebre o Sant Jaume d’Enveja tienen que formar parte del recorrido.
Una postal del Delta del Ebro: el Mirador de la Guardiola
La ruta en coche por el Delta del Ebro comienza con unas fabulosas vistas. Frontera natural de Cataluña con la provincia de Castellón, desde el Mirador de la Guardiola, en el municipio de Sant Carles de la Ràpita, se avista la desembocadura del río y su entorno protegido. Se trata de una antigua torre de vigilancia situada en la cima de la Torreta, a 116 metros de altura. Construida en sus orígenes para proteger la ciudad por poniente, hoy es un lugar donde el turista aprovecha para hacerse el selfie de rigor.
La siguiente parada de la ruta está en la localidad de Poble Nou del Delta. Allí, el visitante se encuentra con la Casa de Fusta (Casa de Madera), una de las construcciones más emblemáticas de las Terres del Ebre, como se conoce a los 320 kilómetros cuadrados de superficie de esta zona de Cataluña. Fue construida a finales de los años 20 del siglo pasado por un grupo de cazadores que se instalaron en el Delta atraídos por la cantidad y variedad de pájaros que albergaba este espacio natural.
Toca bajar hasta la playa, en concreto, a la del Trabucador, uno de los lugares más fotografiados del Delta del Ebro. Se trata de un apéndice de 6,5 kilómetros de longitud que se adentra en el mar hasta la Punta de la Banya, en pleno Parc Natural del Delta de l’Ebre.
Una ruta «rica» en fauna y flora
Regresando desde el Trabucador, la siguiente parada de nuestro trayecto es la localidad de Els Muntells. Situada en la parte sur del delta, forma parte de la península de Els Alfacs, lugar donde se encuentra las más variadas especies de aves, tanto acuáticas como terrestres de la zona. Ver grandes vuelos de flamencos, gaviotas, en grandes bandadas sobrevolando la población, es algo habitual.
En la misma línea sigue el Deltebre, otro pueblo imperdible para los amantes de la naturaleza. Ofrece al visitante un paisaje que varía según la época del año y la fase de cultivo del arroz: así, las enormes extensiones se presentan áridas, inundadas de agua, verdes o finalmente doradas, cuando ya el arroz ha madurado y está listo para la cosecha. Aparcar el coche y hacer un recorrido en barca por la desembocadura del río, el Garxal y la isla de Sant Antoni, es innegociable.
Para finalizar la ruta en coche por el Delta del Ebro, una buena idea puede ser visitar alguna de las playas del municipio de Sant Jaume d’Enveja y ver un atardecer de película. Antes de que anochezca, despídete del Delta del Ebro cruzando el puente de Lo Passador. Construido en 2010, acorta las distancias entre una y otra orilla del río. Por la orografía llana de la zona, a cota nivel de mar, el puente es el punto más alto: un lugar perfecto para disfrutar del paisaje y la naturaleza de la zona hasta la próxima visita.