Preparar tu coche para la ITV puede salvarte de un mal diagnóstico y ahorrarte muchos gastos y contratiempos de última hora. Además, se tata de una inspección (obligatoria) que puede salvarte la vida ya que se encarga de controlar y asegurarse de que todos los elementos de seguridad activa y pasiva de tu vehículo funcionan correctamente.
Durante el tiempo que pasa entre inspección e inspección es más que probable que alguno de los elementos básicos que componen el vehículo se estropeen. Una revisión previa garantizará que la ITV sea un auténtico éxito y nos permitirá seguir disfrutando de nuestro vehículo con la máxima seguridad.
¿Cómo preparo mi coche para la ITV?
Primero y primordial, deberemos tener toda nuestra documentación en regla. Tarjeta de inspección técnica del vehículo, permiso de circulación y seguro de coche deberán estar al día para que podamos pasar nuestra inspección técnica.
En segundo lugar, y como punto de fácil detección, deberemos revisar que toda la iluminación del vehículo funciona correctamente. Ya que es uno de los puntos primordiales de la inspección.
Tercero, pero no menos importante deberemos asegurarnos de que los componentes de la carrocería de nuestro vehículo están en perfecto estado. Espejos reglados y puertas perfectamente encajadas.
Los líquidos también serán revisados por el inspector, por lo que sería interesante mantener al día los niveles de aceite, líquido anticongelante, limpiaparabrisas y líquido de frenos.
Revisa tu coche en un taller especializado
Otro de los puntos a revisar para que la inspección sea un éxito será el estado de los neumáticos. Unas ruedas demasiado desgastadas o cuarteadas. El dibujo ha de ser superior a 1,6 milímetros y las ruedas deben tener el mismo dibujo por eje.
Finalmente, y esto debe revisarse en un taller mecánico ya que requiere de herramientas y conocimientos específicos, deberán revisarse los frenos, la dirección, el sistema de escape y la suspensión del vehículo.
El sistema de frenado debe estar en perfecto estado al completo si queremos superar esta prueba. Las pruebas se llevan a cabo con un frenómetro, que son capaces de mostrar anomalías y el nivel de deterioro. El sistema de escape se analiza mediante un analizador de gases. La suspensión se examinará comprobando que cada uno de sus elementos funcionan y están en buen estado.
Con esta pequeña “checklist” revisada, tu próxima ITV será un mero trámite y podrás disfrutar de tu vehículo con el aprobado y la máxima seguridad.