Los secretos ocultos de Renault. El mundo del automóvil está cambiando a pasos agigantados. En este contexto, Renault Group ha decidido acelerar su transformación. Para lograrlo, la firma francesa apuesta por las competencias y la experiencia de sus ingenieros, técnicos y expertos. Los proyectos en los que trabajan los equipos en el Centro Técnico de Aubevoye, Francia, ocultan algunos tesoros como los polos de acústica y compatibilidad electromagnética, que contribuyen a le excelencia de los productos Renault. Te lo contamos todo.
Para Renault, la tecnología siempre ha sido uno de los puntos clave de su estrategia. El Centro Técnico de Aubevoye, abierto en 1982, celebra este año su 40 aniversario, aunque sigue siendo un activo clave del futuro del grupo. Este lugar secreto posee una superficie de 620 hectáreas intra-muros y un bosque de 272 hectáreas, que alberga 60 kilómetros de pistas de pruebas.
Los expertos del centro trabajan para poner a punto, validar y homologar los vehículos. Se prueba la conducción y el frenado en todas las condiciones meteorológicas y en todo tipo de carreteras. La durabilidad, la resistencia térmica a las altas y bajas temperaturas, así como las cualidades acústicas y la compatibilidad electromagnética.
La acústica del futuro
El ruido es un elemento clave de investigación y de desarrollo para Renault. Trabajar en el sonido del vehículo es fundamental para, por un lado, ofrecer confort acústico. Para afianzar, por otro lado, la calidad percibida y la robustez del coche, y por último para asegurarse de que los vehículos respetan las reglamentaciones nacionales, europeas e internacionales.
Así pues, como explica Stéphane Barrelet, jefe del Servicio Acústica y Vibración de Renault Group, “La nueva experiencia acústica está en marcha. El paisaje sonoro de las ciudades ha cambiado mucho y el vehículo eléctrico ofrece nuevas oportunidades sonoras”. “Nuestro objetivo es ofrecer nuevas experiencias auditivas, una calidad de audio destacable y unos servicios más innovadores como el reconocimiento vocal o, en el futuro, la escucha de audio individualizada”, añade Barrelet.
En la pista dedicada al sonido exterior, en la cámara reverberante y en la cámara semiaecoica, los expertos en acústica de Renault trabajan también en la construcción de una auténtica arquitectura sonora compuesta de sonidos añadidos tanto en el interior como en el exterior del coche.
El reto de las ondas electromagnéticas
Los vehículos actuales están cada vez más conectados, como si de unos smartphones se tratara. Con las radios, los GPS, los radares, los sistemas de ayuda a la conducción se encuentran inmersos en un ecosistema electromagnético y reciben frecuencias de manera constante y en todas las circunstancias.
Ninguna de estas ondas y frecuencias debe alterar las funciones electrónicas y poner en riesgo la seguridad, dentro y fuera del coche. Para responder a esta necesidad cada vez mayor, la actividad del laboratorio de compatibilidad electromagnética no para de crecer, con más de mil sesiones de pruebas realizadas cada.
El polo compatibilidad electromagnética
En el polo compatibilidad electromagnética creado en 2006, los expertos trabajan en la homologación y la validación de todos los vehículos de Renault Group. Se prueban en tres jaulas de Faraday diferentes: la cámara de inmunidad, la cámara de mutismo y la cámara de radiofrecuencia.
El trabajo de los equipos del polo CEM consiste en evitar cualquier interferencia, perturbación o mala comunicación con dos objetivos principales: garantizar a los clientes la seguridad y la fiabilidad de su vehículo y entregar vehículos estrictamente conformes a las reglamentaciones.
El proceso de homologación y validación se basa en tres puntos cruciales: garantizar la inmunidad del vehículo bajo un campo electromagnético de emisores a bordo, asegurarse de que el vehículo no altera su propio entorno electromagnético, y por último, garantizar una recepción radio óptima.
Cámaras anecoicas electromagnéticas
Todas las cámaras anecoicas de este polo son jaulas de Faraday, es decir, estructuras metálicas estancas a los campos electromagnéticos diseñadas para neutralizar la reflexión de las ondas, aislando así la cámara del ecosistema exterior.
LA CÁMARA DE INMUNIDAD. En esta cámara semiaecoica, distintos tipos de antena permiten barrer diferentes frecuencias. Los ingenieros reproducen lo que pasa en el exterior. De este modo, se aseguran del perfecto funcionamiento del vehículo, de su seguridad y de su fiabilidad.
LA CÁMARA DE MUTISMO. Al igual que para la anterior, los muros de esta otra cámara semiaecoica están aislados, lo que permite medir las emisiones procedentes del vehículo y de sus equipos electrónicos, aislándose de las radiaciones externas. Protegidos del ruido electromagnético exterior por el efecto jaula de Faraday de la cámara, los vehículos están equipados con distintas antenas conectadas directamente a los ordenadores de la sala de control, con el fin de estudiar las ondas que emiten los vehículos y comprobar que no entran en conflicto con la recepción radio y otras funciones del vehículo.
LA CÁMARA DE RADIOFRECUENCIA. Esta cámara es la única full-anecoica presente en el polo. En su caso, los muros y el suelo están cubiertos de conos para evitar la reflexión de ondas en el interior de la jaula. Sus paredes absorben las ondas sonoras o electromagnéticas, lo que permite evitar cualquier eco susceptible de alterar las mediciones.