La lista de las listas: la de los coches más bonitos del mundo (según el gusto del editor de este blog). En este ranking subjetivo, predominan los modelos de corte deportivo, clásicos y cuya irrupción supuso un punto de inflexión en el sector. Incluso con esas premisas, ha sido imposible no dejar fuera a marcas de relumbrón (no verás ni Porsche ni BMW) o automóviles que han perdurado en el tiempo con varias generaciones a sus espaldas (el 911 o el Camaro).
Considerado por muchos expertos como el mejor coche de todos los tiempos, el Ferrari 250 GTO encabeza la lista de los coches más bonitos del mundo. Fabricado entre 1962 y 1964 bajo la premisa de ser competitivo en los circuitos, cosechó importantes victorias. Su aura se ha mantenido con el paso de los años, y en 2018 se convirtió en el coche más caro del mundo. En una subasta, se pagaron 41,6 millones de euros por una unidad.
Entre los coches clásicos, pocos como el Jaguar E-Type, lanzado al mercado en el año 1961. La belleza de sus líneas nunca pasan de moda. En su carrocería, detalles cromados o llantas de un diseño espectacular se mantienen con una vigencia total. Enzo Ferrari se refirió a él como «el automóvil más bello jamás fabricado»
Siguiendo con la dorada década de los años 60, toca viajar a Estados Unidos. El país donde se fabricó el primer coche en serie deslumbró al mundo con una industria imparable tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Años de gloria y éxito que tuvo su cenit con la irrupción del Ford Mustang. Su primera generación, de 1964, fue todo un icono, y en la actualidad se sigue viendo como uno de los coches más bonitos del mundo.
Bonito y espectacular, el primer «alas de gaviota» de Mercedes
Si de diseño rompedor trata el asunto, ningún otro coche como el Mercedes 300 SL Gullwing. Conocido por sus distintivas puertas de apertura en forma de «alas de gaviota», este espectacular descapotable se fabricó entre 1954 y 1957. Aunque en cierta manera la marca renegó de su legado (se le apodó «Widowmaker», en su traducción literal al castellano, «hacedor de viudas», por los accidentes mortales que protagonizó), su impronta estética es indiscutible. Además, fue el primer automóvil en montar un motor de inyección directa.
Ningún coche como el Toyota 2000GT si se habla de cómo Japón demostró al mundo que también podía fabricar automóviles deportivos y bonitos. Este biplaza fue producido entre 1967 y 1970. «Primer súper coche japonés» o «el Porsche 911 de Japón» fueron algunos de los titulares con los que la prensa especializada le rindió pleitesía. ¿Los motivos? Entre otros, la colocación de sus faros delanteros y el lugar ocupado por los retrovisores exteriores.
Por último, entre los coches más bonitos del mundo está el Volkswagen Golf GTI. Ocho generaciones y casi 50 años después, el compacto alemán es un digno miembro de esta lista. Sus siglas GTI, también. Fue pionero del segmento de los deportivos de tracción delantera, especialmente demandados en Europa. Su segunda generación enfatizó las líneas rectas y angulosas, al mismo tiempo que transmitía una personalidad única con sus faros delanteros redondos y dobles.