Las multas más caras que te pueden poner al volante

Para circular con un vehículo, el conductor debe asegurarse de tener toda la documentación en regla y cumplir con unas normas que aseguren su integridad y la del resto de conductores. De lo contrario, los agentes de tráfico pueden imponer sanciones. Las multas más caras que te pueden poner al volante están relacionadas con maniobras imprudentes, el consumo de drogas y alcohol o la colocación de dispositivos prohibidos. Estas multas, además del desembolso económico, pueden conllevar la retirada de puntos del carné o hasta la entrada en prisión.

La instalación de un inhibidor de radar te puede salir caro. Se trata de un sistema prohibido, ya que emite una señal desde el coche que «desconecta» al radar encargado de detectar el exceso de velocidad. La multa económica asciende a 6.000 euros para el conductor, que además verá cómo le retiran seis puntos de su carné. Pero mucha atención porque la peor parte se la llevará el taller responsable, pudiendo recibir hasta 30.000 euros de multa por la instalación. Se trata de una de las multas más caras que te pueden poner al volante, así que mejor no jugársela y no superar la velocidad máxima permitida.

Junto con el exceso de velocidad, la ingesta de alcohol y drogas es otro de los factores vinculados a los accidentes y la mortalidad en carretera. A pesar de las campañas de concienciación de la Dirección General de Tráfico (DGT), casi la mitad de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en 2020 había consumido estas sustancias prohibidas. En este sentido, la sanción depende del nivel que se detecte en la prueba pertinente realizada por un agente de tráfico. En los casos más extremos, además de la multa económica, acarrea la retirada del carné y penas de cárcel.

Drogas y alcohol, entre las multas más caras por conducir bajo sus efectos

El índice de alcohol se mide a través de pruebas específicas. La multa económica asciende a 500 euros y cuatro puntos de carné si la tasa se encuentra entre los 0,25 y 0,50 miligramos por litro de aire expirado. Entre los 0,50 y 0,60 mlg/l, la multa asciende a 1.000 euros y seis puntos. Si se supera ese límite, pasa a considerarse delito y lleva asociado una pena de cárcel de entre tres y seis meses, así como la privación de conducir durante un plazo de entre uno y cuatro años. Los reincidentes, con independencia del nivel de alcohol en sangre, se enfrentan a multas de 1.000 euros y la retirada de entre cuatro y seis puntos del carné.

En cuanto al consumo de drogas al volante, las sanciones pueden ser administrativas o por la vía penal. En función de la cantidad detectada en las pruebas realizadas por los agentes de tráfico, el curso legal marca multas de 1.000 euros y seis puntos o pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a 12 meses de trabajos en beneficio de la comunidad, así como la retirada total del carné.

La DGT considera infracción grave o muy grave no identificar al conductor en caso de requerimiento por la autoridad competente, implicando una cuantiosa multa. Una vez que le llega la notificación, el conductor «oficial» o propietario del vehículo dispone de un plazo de tiempo en el que debe indicar quién es la persona que conducía en el momento de la sanción. Si no se responde, la multa se incrementa, pudiendo triplicarse el importe inicial. Por ejemplo, en multas de 600 euros por exceso de velocidad notificadas por las imágenes de una cámara, la cuantía podría alcanzar los 1.800 euros.

Los documentos que hay que tener en regala para evitar las multas

Circular sin seguro es otra de las multas más caras que te pueden poner al volante. Partiendo de que es obligatorio para cualquier vehículo, la multa depende del momento en que se detecte la infracción. No es lo mismo que sea circulando por carretera que con el coche, la moto, la furgoneta o el camión aparcado. En el primer caso, el conductor se expone a multas de entre 1.500 y 3.000 euros y a la inmovilización durante un mes del vehículo. En caso de que la falta de seguro se detecte estando el vehículo estacionado, la sanción oscila entre los 600 y 800 euros.

Circular con la ITV negativa es otra de las multas más caras que te pueden poner al volante. Si el vehículo no ha pasado la ITV o se detecta que tiene una valoración negativa, el agente de tráfico podrá poner una multa de 500 euros y la retirada de puntos.

También hay que portar siempre el permiso de circulación. La multa por no hacerlo será de 10 euros y si el vehículo no cuenta con esta autorización ascenderá a 500 euros.

Y por supuesto, siempre que se conduzca un vehículo hay que llevar encima el carné de conducir, que acredita que el conductor ha superado todas las pruebas marcadas por la ley. Si no se porta o tiene algún dato incorrecto o desactualizado, la multa es mínima: de entre 10 y 80 euros. Pero si el carné está caducado o la persona que conduce no está autorizada a tal fin, la sanción asciende a 200 o 500 euros, respectivamente, más la retirada de cuatro puntos.

Los excesos de velocidad se pagan caro

Los excesos de velocidad figuran dentro de la lista de las infracciones más graves y suponen una multa de 600 euros, así como la pérdida de los seis puntos del carnet de conducir. ¿Cuándo recibe esta consideración? Con el límite situado en 50 km/h, si se circula a más de 101 km/h; si se detecta a más de 171 km/h en vías limitadas a 100 km/h; o en carreteras de 120 km/h a más de 190 km/h.

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