La importancia de revisar la presión de los neumáticos

Cuidar la presión de las ruedas es una recomendación básica para garantizar el correcto funcionamiento del coche. Se trata del único elemento del coche en contacto directo con el asfalto. Revisar la presión de los neumáticos de manera periódica es de vital importancia. Es sencillo y de esta manera, velas por tu seguridad y por la eficiencia y los consumos de combustible del coche.

La tarea de medir la presión de los neumáticos es simple. Puedes realizarla por tu cuenta con la ayuda de un manómetro y un compresor. O en cualquier gasolinera, donde encontrarás un sistema de inflado con el habitual cartel «Aire y agua». ¿Son fiables estos medidores? Cada vez lo son más, ya que las estaciones de servicio han instalado máquinas de pago que ayudan a un mejor mantenimiento.

Lo segundo que tienes que comprobar es la presión recomendada por el fabricante en función del neumático y de la carga transportada. Lo puedes consultar en una etiqueta adhesiva localizada en el marco de la puerta del conductor o en la tapa de la boca del depósito. Un coche normal, tipo turismo, tiene una presión alrededor de los 2 bares en cada rueda.

¿Qué riesgo tiene llevar baja la presión de los neumáticos?

  • Pérdida de capacidad de carga
  • Comportamiento inestable e impreciso en curva
  • Mayor fricción y por lo tanto de consumo
  • Deformación prematura
  • Desgaste irregular (mayor en los extremos laterales de la banda de rodadura)
  • Mayor riesgo de reventón o pinchazo
  • Menor agarre en condiciones de mojado
  • Vibraciones en la dirección

Tampoco es aconsejable superar la presión óptima, pues tiene sus efectos negativos sobre el comportamiento del coche. Al tener una superficie de contacto menor, el vehículo ofrece un menor agarre, mermando la capacidad de frenada, y mayor desgaste de la suspensión, lo que puede provocar graves y costosas averías.

Como recomendación general, lo correcto es medir la presión de las ruedas una vez al mes, y sobre todo cuando nos dispongamos a realizar un viaje de largo recorrido y con el maletero cargado. Comprueba la presión de todas las ruedas del coche, incluyendo la rueda de recambio si es que tu vehículo dispone de ella.

Los neumáticos suelen perder presión con el paso del tiempo, incluso aunque el coche esté parado. De ahí, la importancia que tiene la revisión periódica de la presión de las ruedas, ya que en muchas ocasiones la pérdida de aire se produce por una válvula en mal estado, un neumático dañado o por el propio desuso del vehículo.

Intenta realizar la medición en frío, es decir, cuando el coche no lleva mucho tiempo circulando. En la medida de lo posible, que no sean más de tres o cuatro kilómetros. ¿El motivo? El aire de la rueda se expande cuando aumenta la temperatura por el efecto de la rodadura, aumentando en consecuencia la presión del neumático. Si no puedes evitar esta circunstancia, añade 0,2 bares a la medida recomendada por el fabricante, ya que en frío se ajustará a la presión óptima.

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