Consejos para viajar con animales en el coche

Los animales de compañía se convierten en un miembro más de la familia. Es por eso que cuando llegan las vacaciones, lo normal es que se unan al plan y viajen todos juntos en el coche. Además, cada vez hay más oferta hotelera que permite alojarse con animales, y están muy bien preparados para dar el mejor servicio. Sin embargo, viajar con perros, gatos u otras mascotas en el vehículo requiere de cierta destreza. A continuación, te facilitamos algunos consejos para viajar con animales en el coche.

En primer lugar es importante saber qué dice la legislación al respecto. Según la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, «el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía».

Asimismo, continúa, «a estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos».

Por lo tanto, entre los consejos para viajar con animales en el coche, el primero es claro: llévalo sujeto.

Que el animal no interfiera con el conductor ni limite su visibilidad

La DGT impone unas multas económicas que oscilan entre los 100 y 200 euros si el animal en cuestión va suelto o mal sujeto dentro del coche. No hay pérdida de puntos en el carné.

Por motivos obvios, un animal que campe a sus anchas por el habitáculo distrae más al conductor. Con un perro suelto, este tiene la capacidad de interferir en la conducción si alcanza los elementos mecánicos del coche: volante, palanca de marchas o pedales. Y también, existe el riesgo de caída si se circula con las ventanillas bajadas.

El RACE realizó el año pasado un test de impactos que revelaba otro riesgo, y no menor, en caso de viajar en el coche con los animales sueltos. Simulando la colisión frontal a 50 kilómetros por hora de un maniquí de perro de 22 kilogramos, se comprobó que, en caso de accidente, se multiplica por 35 el peso del animal, pasando a ser de 700 kg. Esto es, un proyectil a bordo.

Los sistemas de retención para el transporte de animales en el coche

Para evitar estos peligros existen y se comercializan diferentes sistemas de retención para el transporte de perros, gatos y otras mascotas en el coche. Homologados mediante normas europeas, los hay de distintos tipos según la talla o el peso del animal. De menor a mayor eficacia, estos serían:

  • Arneses: los más sencillos (con un solo enganche) están pensados para animales de poco peso. Sujetan a las mascotas mediante el cinturón de seguridad o los dispositivos Isofix. Los correajes no retienen al animal y supone un riesgo para los pasajeros, en caso de un frenazo brusco. Hay mejores opciones, aunque mejor esto que nada
  • Arneses con dos enganches: mantienen fijo al perro al asiento del coche y además cuenta con dos sistemas de anclaje al vehículo (dos enganches)
  • Rejilla divisoria: permite habilitar el maletero para el transporte de animales de gran tamaño. Se pueden incluir en vehículos con portón trasero, y es recomendable su configuración en modelos familiares, tipo monovolúmenes o SUV
  • El transportín: es, sin lugar a dudas, el sistema de retención de animales más seguro. Su colocación en el vehículo depende del tamaño de la mascota. Las más pequeñas pueden ir en el habitáculo, en el suelo del coche, detrás de los asientos delanteros. Nunca debe colocarse sobre el asiento sujeto por un cinturón de seguridad. En el caso de los animales más grandes, el transportín debe ir colocado en el maletero, lo más cerca posible del respaldo y en posición transversal respecto a la dirección de la marcha

El hecho de contar con alguno de estos sistemas no quiere decir que el viaje con un animal en el coche vaya a ser sencillo. No todo el mundo está preparado para aguantar cientos de kilómetros y varias horas de trayecto junto al animal, ni tampoco este sabe muy bien cómo comportarse en esta situación. Es por eso que seguir una serie de indicaciones previas es un buen principio para que el viaje no se trunque y las vacaciones comiencen de manera placentera.

Entre los consejos más útiles para viajar con animales en el coche está el de educarlos en este sentido. Se recomienda habituarles desde cachorros, que se vayan familiarizando con el coche y que perciba la situación como positiva y placentera. De tal manera que lo mejor será empezar por viajes cortos para, progresivamente, aumentar la distancia.

Antes de salir, es importante que el perro esté al menos dos horas en ayunas, reduciendo las posibilidades de que vomite a bordo. Al igual que para el resto de ocupantes, y más en verano, se debe llevar agua fresca y en un recipiente adecuado para el animal. Si la mascota es propensa al mareo se puede consultar al veterinario para suministrarle algún medicamento específico.

Durante el viaje: conduce tranquilo y crea una atmósfera relajante

El animal no está acostumbrado a este medio. Durante el viaje, y más si se exceden la hora o los 120 kilómetros, intenta conducir a un ritmo tranquilo, incluso si puedes, a una velocidad algo más baja de la habitual. Los movimientos bruscos al volante no son bien recibidos por los animales: mantén un ritmo constante y evita las brusquedades. Tampoco es conveniente llevar la música muy alta. Por su puesto, si viajas en verano, asegúrate de que el habitáculo tiene una correcta ventilación.

Otro de los aspectos que el animal agradecerá es realizar una parada cada cierto tiempo o distancia. Hay que aplicar la lógica y hacer caso a las autoridades, que recomiendan parar cada 200 kilómetros o dos horas. Estos descansos vienen muy bien al animal, que puede aprovechar el «break» para hacer sus necesidades y coger fuerzas para reanudar la marcha en un espacio tan limitado como es el habitáculo del coche.

Deja un comentario