Alquilar un coche

Alquilar un coche tanto por motivos de ocio como de trabajo es una práctica habitual. El automóvil otorga autonomía y libertad al turista o al trabajador, frente a los horarios más encorsetados y la dependencia de la red de autobuses o trenes. Sin embargo, las experiencias en el alquiler de un coche pueden ser adversas si no se sigue una serie de recomendaciones.

En primer lugar, para alquilar un coche es obligatorio tener:

  • Permiso de conducir en vigor
  • Documento de identificación válido (documento nacional de identidad o pasaporte).
  • Tarjeta de crédito

En la medida de lo posible, la primera recomendación es evitar el seguro a terceros. Merece la pena pagar un poco más por uno con cobertura a todo riesgo. También existe la posibilidad de que el seguro a todo riesgo sea con franquicia. Si es así, hay que intentar no superar los 300 euros, ya que, por ejemplo, cualquier golpe en la chapa queda por debajo de esa cantidad y el cliente deberá abonarlo.

En relación con las coberturas, es importante comprobar que en el contrato de alquiler se incluye la asistencia en carretera en caso de avería o accidente. Lo normal es que, aunque la más básica, esté incluida.

Siguiendo en la línea de ser precavido, antes de alquilar un coche es aconsejable mirar hasta la última esquina, tanto de la carrocería como del habitáculo. Tampoco hay que olvidarse de revisar el estado de los neumáticos y las lunas. Incluso, para evitar malentendidos, un buen consejo es tomar unas fotografías antes de utilizar el coche.

Para no pagar más de lo necesario, se debe elegir el modelo que se necesita. En un viaje en pareja, un utilitario puede ser suficiente. En un viaje de trabajo, un segmento superior, un turismo compacto. Y en un viaje en familia, una berlina, un monovolumen o un SUV serán más prácticos.

Las tasas aumentan el precio del alquiler del coche

A los precios por el modelo contratado, se añaden las temidas tasas. Estas pueden ser de distinta índole. Por ejemplo, las tasas por la edad del conductor. Hay compañías que establecen una edad mínima (21 años en la mayoría de los casos) o cierta antigüedad del carné.

También están las denominadas tasas «one way». Son las que se aplican en caso de que el lugar de devolución del coche sea distinto al de recogida.

Hay otras tasas no tan caras, pero que suelen estar presentes en los contratos. Tasas que incrementan el precio final del alquiler del coche como las de: aeropuerto, estación de tren, oficina premium, de parking, recogida fuera de horas, etc.

Es conveniente verificar el nivel del depósito de combustible y las condiciones de devolución. Por lo general, en el contrato tiene que venir especificada una cantidad exacta de combustible con la que se deberá entregar el vehículo.

Por último, cuidado: lo barato a veces sale caro. Algunas compañías low cost de alquiler de coches incluyen en los contratos un límite de kilómetros. No más de 300 kilómetros en un día o 600 un fin de semana. A partir de esa cifra, se aplica un recargo de en torno a los 0,40€ por kilómetro extra.

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