Te proponemos 6 pueblos de Barcelona para una ruta en coche con la que disfrutar de los paisajes, la historia y la cultura de la provincia más poblada de Cataluña.
Tanto en la costa, a orillas del Mar Mediterráneo, como en el interior de la provincia, Barcelona cuenta con numerosos rincones con encanto.
Bagá y Mura, entre los pueblos más bonitos de toda Cataluña
La ruta en coche comienza en Bagá. Esta villa pertenece a la comarca del Berguedà, a los pies del río Bastareny, en pleno Parque Natural Cadí-Moixeró. Alrededor del municipio se abren multitud de posibilidades para disfrutar de la naturaleza. Una manera sencilla de conocer este entorno es recorrer el Camí de la Serra, una cómoda ruta que termina en un mirador con vistas al pueblo y a todo el valle.
En su centro urbano, el turista puede contemplar algunos monumentos como la iglesia de Sant Esteve de Bagà, el puente románico o al palacio de los Pinós. Se trata de una de las poblaciones más antiguas de Cataluña, o por lo menos de las que hay constancia: del año 839 data el primer documento del pueblo. No fue hasta el siglo XIII cuando se amuralló y se creó un casco antiguo medieval conservado hasta la actualidad.
Otra joya en un recorrido en coche por la provincia de Barcelona es el pueblo de Mura. Pasando antes por Tarrasa, y a una hora en coche de la ciudad Barcelona, el viajero llega al Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, donde se sitúa esta pequeña y encantadora villa con casas de piedra del siglo X. Desarrollado a partir de la iglesia románica de San Martín, un paseo por sus calles empedradas es la mejor manera de estirar las piernas antes de continuar con el viaje.
Villafranca y Sitges, famosos y con múltiples encantos
La ruta en coche por la provincia de Barcelona avanza y se adentra en la Comarca del Penedés. Villafranca, su capital, queda a media hora de la capital catalana. Se trata de un lugar imperdible, sobre todo para los amantes de los vinos. En la ruta, el turista puede realizar una cata en alguna de las bodegas de la comarca y visitar el Museo de la Cultura del Vino de Cataluña (VINSEUM).
En Villafranca del Penedés, el visitante puede aparcar el coche y dar un paseo por las calles de su centro histórico, que destaca por la mezcla de edificios medievales y modernistas.
Entres los 6 pueblos de Barcelona para una ruta en coche, no puede faltar Sitges. Se trata de un pueblo costero con un encanto infinito. Además de por sus preciosas y accesibles playas, en él se celebran infinidad de actividades artísticas, como el festival de cine, y lúdicas, como el famoso Carnaval de Sitges.
El pueblo de Tavertet, a 100 kiómetros de la ciudad de Barcelona
El viaje avanza hasta llegar a Tavertet. Un pueblo de montaña de la Cataluña central, famoso por las vistas que ofrece. Como está situado enfrente de un enorme precipicio, desde Tavertet se puede contemplar todo el pantano de Sau y las montañas que lo rodean. El pueblo en sí tampoco tiene desperdicio, ya que alberga muchas casas que permanecen tal y como las construyeron en los siglos XVII y XVIII. Eso sí, de los aquí propuestos es el pueblo más alejado de la ciudad de Barcelona: a 100 kilómetros de distancia.
Y por último, ya de vuelta a la capital, un secreto próximo a esta: Santa Coloma de Cervelló. A 20 kilómetros de la ciudad, este pueblo esconde una de las maravillas de Antoni Gaudí: la Colonia Güell. En el recinto de la que fue una de las antiguas fábricas textiles más importantes de Cataluña, el viajero encontrará la Cripta de Gaudí, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.