Razones para ponerse el cinturón de seguridad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cinturón de seguridad es uno de los inventos que más vidas ha salvado. En España su uso es obligatorio en carretera desde 1974 y en zonas urbanas desde 1992. No importa si se realiza un trayecto de corta, media o larga distancia, en ciudad o autopista, hay que llevarlo siempre puesto. Para conocer las razones para ponerse el cinturón de seguridad es importante conocer qué ocurre dentro del coche en caso de accidente.

Antes de entrar en materia, te contamos que la fabricación en serie de los cinturones de seguridad data de la década de los 50 del siglo pasado. La marca Ford lo ofrecía como una opción para alguno de sus modelos. Robert McNamara, directivo de la firma estadounidense, impulsó su montaje, así como otros sistemas de seguridad. Si de elementos de protección a los ocupantes de un automóvil se habla, es imposible no mencionar a Volvo. El fabricante sueco fue el primero que montó de serie los cinturones de seguridad. Se trataba de un cinturón de tres puntos que equipaba el Volvo Amazon de 1959.

Antes de explicar las razones para ponerse el cinturón de seguridad, hay que conocer qué es exactamente este elemento y cómo actúa. Se trata del único freno del cuerpo en caso de impacto, tanto para el conductor como para el resto de pasajeros, tanto en los asientos delanteros como traseros. Como elemento más importante para la seguridad pasiva que es, el cinturón no sirve para que los pasajeros no se muevan en caso de choque, sino para que amortigüen su deceleración. Se podría decir que, en cierto modo, actúa como un paracaídas.

Mecanismos que componen los cinturones de seguridad

El cinturón de seguridad evita que el cuerpo se desplace excesivamente en caso de impacto frontal y choque contra el volante, el parabrisas o los asientos delanteros. El mecanismo de un cinturón consta de los siguientes componentes:

  • El bloqueo angular, que impide que salga la cinta cuando excede un valor determinado o su inclinación no es la adecuada. Actúa en caso de vuelco.
  • El elemento de bloqueo por sensibilidad de cinta, que impide la salida de cinta cuando el ocupante se mueve bruscamente hacia adelante. Actúa, sobre todo, en choques frontales.
  • El limitador de carga. Los cinturones suelen estar dotados de estos sistemas que permiten que salga entre cinco y siete centímetros de cinta cuando la fuerza sobre pecho o pelvis ha alcanzado unos valores predeterminados. De esta forma reduce el riesgo de lesión interna o de latigazo cervical sin afectar la sujeción del cuerpo.

Cinturones de seguridad: tipología y eficacia

Existen cuatro tipos básicos de cinturón de seguridad. Su utilidad y eficacia en caso de accidente varían de manera considerable: torácicos (son poco recomendables y ya no se utilizan), abdominales (los de las plazas centrales traseras, que también están empezando a desaparecer), de tipo arnés (los utilizados en vehículos de competición) y los mixtos o de tres puntos de anclaje. Estos últimos son los más habituales, tratándose de una combinación de los torácicos y abdominales.

Para comprender la importancia de llevar abrochado el cinturón de seguridad es necesario conocer qué ocurre en el interior de un coche en caso de accidente. En esta situación, hay que diferencias dos impactos. El primero, el de la colisión en sí misma. El segundo es el choque de los ocupantes con las estructuras del coche, pudiendo llegar a salir fuera de este. En definitiva, piensa que cuando se produce una colisión, el automóvil se detiene bruscamente pero los pasajeros siguen viajando a la misma velocidad y el impacto puede llegar a ser mortal.

Mitos sobre llevar puesto el cinturón de seguridad

A pesar de todo, sigue habiendo imprudentes que ponen excusas para no llevar el cinturón abrochado. Por lo general, se debe a la falta de información y al desconocimiento de uno de los sistemas de seguridad más importantes en la historia del automóvil. A continuación, recuperamos cinco mitos sobre este tema y te explicamos por qué todos ellos son mentira:

  1. Llevar un buen coche me protege. Mentira. No existe ningún otro sistema que por sí mismo tenga la misma eficacia que el cinturón de seguridad en caso de accidente.
  2. Conozco gente que se ha salvado por no llevarlo. Mentira. Un estudio realizado en Estados Unidos señaló que en uno de cada millón de accidentes, llevar puesto el cinturón resultó negativo.
  3. En la ciudad es una exageración tenerlo abrochado. Mentira. A tan solo 40 km/h, un golpe frontal puede ser mortal. A 50 km/h, una persona de 70 kilos de peso, se precipita hacia delante con un peso superior a los 3.000 kg.
  4. Los cinturones de seguridad son innecesarios en las plazas traseras. Mentira. A 80 km/h, los pasajeros que viajan detrás no tienen ninguna forma de sujetarse y son proyectados contra los de delante con una fuerza equivalente al golpe de 1.200 kg a 10 km/h, pudiendo matar o lesionar gravemente a los ocupantes de los asientos delanteros.
  5. Mucha gente se salvó por salir despedida. Mentira. Si sales, literalmente, volando del coche las posibilidades de sufrir una lesión medular aumentan en un 1.300% y de muerte en un 300%.

El cinturón de seguridad en las mujeres embarazadas

El cinturón de seguridad siempre es obligatorio en las mujeres embarazadas, pero guardando ciertas precauciones: hay que procurar que el cinturón no vaya sobre la zona del feto. Para ello existen a la venta algunos sistemas especiales que permiten ajustarlo correctamente sin que oprima el abdomen.

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