El urbanismo del siglo XX ha hecho de Barcelona una de las ciudades más atractivas para el turista. En algunos casos, este crecimiento hace pensar en la ausencia de espacios verdes; ni mucho menos. La capital catalana ha sabido preservar sus «pulmones» naturales, tan valorados por los ciudadanos. Realizar ejercicio físico, dar un paseo o, simplemente, desconectar de la rutina es posible en casi todas las zonas de la ciudad. Los parques curiosos de Barcelona son espacios de tranquilidad y naturaleza que te descubrimos a continuación.
La lista la abre todo un clásico, el Parque de la Ciutadella. Entre la Estación de Francia, el Arco del Triunfo y el Zoo de Barcelona se encuentra el que, durante años, fue el único parque de Barcelona, construido sobre lo que fue la ciudadela militar, de ahí su nombre. El Castillo de los Tres Dragones y sobre todo, sus imponentes fuentes de agua son monumentos icónicos de este parque transitado por la «fiebre runner». Entre los más avezados de esta práctica deportiva, es habitual salir desde Ciutadella para terminar en la playa, en la Barceloneta.
Situado en el distrito de les Corts (Zona Universitaria), en plena Avenida Diagonal, descubrimos uno de los parques más señoriales de Barcelona: Pedralbes. Residencia de reyes, al cruzar la gran entrada principal, el visitante se encuentra con una extensión de 7,28 hectáreas (equivalente a ocho campos de fútbol) donde los protagonistas son los árboles, los caminos y las amplias zonas de césped y sombra. Un entorno natural en perfecto estado de conservación que incluye esculturas y elementos arquitectónicos de repercusión histórica realizados, entre otros, por Antonio Gaudí.
No muy lejos de Pedralbes se sitúa el Parque de Cervantes. Imperdible en un ranking de parques curiosos de Barcelona, en Cervantes el turista se encuentra con 11.000 rosaledas de 245 variedades de rosas diferentes, distribuidas en senderos de tierra que se cruzan y forman una trama de amplios espacios. La mejor época para visitarlo es la primavera.
Los jardines más secretos y curiosos de Montjuic
El Parc de Montjuic, además de sus increíbles vistas de Barcelona, alberga el Museo de Arqueología y el Museo Nacional de Arte de Catalunya. Algunas noches la fuente se ilumina, ofreciendo un espectáculo de luz y sonido increíble. Seguramente sea un parque más pensado para el turista que para el ciudadano, pero de cualquier manera no puede faltar en la lista de los parques más curiosos de Barcelona.
No muy lejos de allí se encuentra un «tesoro» no muy conocido, los Jardines de Mossèn Costa i Llobera. Como si de una película de oeste americano se tratase, en una de las laderas de Montjuic se encuentra este parque con 800 especies distintas de cactus y otras plantas exóticas. Debido a su situación, tiene un microclima, con dos o tres grados más de temperatura que la media de la ciudad. Desde allí, el visitante tiene una panorámica inigualable de la franja litoral y la zona franca.
Cierra el «tríptico de Montjuic», el Jardín Botánico de Barcelona. Se trata de uno de los botánicos más jóvenes de Europa, ya que el ayuntamiento de la ciudad cambió su emplazamiento en 1992, coincidiendo con los Juegos Olímpicos. Ha evolucionado hacia un enfoque más científico, siguiendo criterios de sostenibilidad, y no tanto como un espacio de colección de plantas exóticas o rarezas botánicas. No muy conocido para el barcelonés de a pie, el Botánico de Barcelona tiene 14 hectáreas de extensión. Se encuentra en la parte de la montaña con vistas a Plaza de España, justamente detrás del estadio olímpico.
En el barrio de Horta, el Parque del Laberinto
Alejado del bullicio del centro de la ciudad, en el tranquilo barrio de Horta, se encuentra uno de los jardines más antiguos conservados en Barcelona. Creado por Antoni Desvalls, Marqués de Poal, Lupiá y Alfarràs, en el siglo XVIII y cuya construcción y ampliación se prolongó a lo largo del siglo XIX, este jardín-museo combina una estética con elementos de estilo neoclásico y romántico. En 1967, la familia Desvalls cedió el parque al Ayuntamiento, y desde 1971 está abierto al público. El parque esconde una gran riqueza de esculturas, fuentes, edificios y formas decorativas de vegetación como el Parque del Laberinto de Horta.