5 pueblos catalanes ideales para visitar en primavera

La primavera destaca por ser esa época del año en la que predominan los días con muchas horas de luz, temperaturas más agradables y un sol más templado y luminoso. Cataluña es una región de grandes contrastes y multitud de rincones por descubrir. Uniéndose ambas, estos son los cinco pueblos catalanes ideales para visitar en primavera.

La lista empieza en una de las zonas menos conocidas de Cataluña: Terres de Lleida. Se trata de un área del interior catalán, ideal para visitar en primavera. Destaca por su autenticidad y su escasa explotación turística. Sus paisajes le valen el calificativo de «museo al aire libre». Y entre los pueblos que el turista puede recorrer destaca Guimerà. Aunque la competencia es grande, bien puede tratarse del pueblo medieval más bonito de Cataluña

La primavera en el pueblo de los grafitis

Sin salir de la provincia de Lleida, uno de los pueblos ideales para visitar en primavera es Penelles. Situado a 42 kilómetros de la ciudad de Lleida, en plena comarca de la Noguera, el pueblo se popularizó por los grafitis de sus casas. Convertido en una atracción cultural, el viajero puede admirar los murales que contemplan el municipio.

A modo de museo al aire libre, el «street art» de Penelles combina la temática rural (animales, huertos, maquinaria) con los retratos de vecinos del pueblo. Por cierto, un municipio que presume de tener un grafiti por cada diez habitantes.

Entre los cinco pueblos catalanes ideales para visitar en primavera no podía faltar el imponente Castellfollit de la Roca. Como su propio nombre indica, las casas del pueblo están levantadas sobre el precipicio de un acantilado. Ubicado en la comarca de la Garrotxa, provincia de Girona, el lector podría pensar que es un lugar irreal. Pero no: los vecinos de este pueblo catalán abren sus ventanas, literalmente, al borde del precipicio.

Paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza, en la Garrotxa el excursionista debe detenerse en otro pueblo medieval de gran encanto: Santa Pau. Su historia, sus monumentos, su gastronomía y su situación geográfica le confieren una belleza y un atractivo que hacen muy recomendable su visita, en especial en los meses de primavera.

Una visita obligada a un rincón de la provincia de Barcelona

Por último, entre los cinco pueblos catalanes ideales para visitar en primavera está Bagá, provincia de Barcelona. Esta villa pertenece a la comarca del Berguedà, a los pies del río Bastareny, en pleno Parque Natural Cadí-Moixeró. Alrededor del municipio se abren multitud de posibilidades para disfrutar de la naturaleza. Una manera sencilla de conocer este entorno es recorrer el Camí de la Serra, una cómoda ruta que termina en un mirador con vistas al pueblo y a todo el valle.

En su centro urbano, el turista puede contemplar algunos monumentos como la iglesia de Sant Esteve de Bagà, el puente románico o al palacio de los Pinós. Se trata de una de las poblaciones más antiguas de Cataluña, o por lo menos de las que hay constancia: del año 839 data el primer documento del pueblo. No fue hasta el siglo XIII cuando se amuralló y se creó un casco antiguo medieval conservado hasta la actualidad.

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