Los sistemas ADAS o sistemas avanzados de asistencia a la conducción son de gran ayuda para todos los conductores. Estos requieren de un reconocimiento fiable del entorno y gracias a esa recopilación de datos que almacenan en su “cerebro”, pero ¿cómo recopilan los datos? ¿cuál es la fuente? ¿Cómo funcionan? Te lo explicamos.
Sistemas ADAS: Sensores a disposición del conductor
Los sistemas avanzados de asistencia a la conducción o sistemas ADAS recopilan datos e información de diversos aparatos como son cámaras, radares, ultrasonidos y el láser LIDAR. Además, hay navegadores que también reciben información detallada tridimensional. Repasamos los más importantes:
- Cámaras: Componente principal. Suelen ir montadas en la parte superior central del parabrisas de nuestro vehículo y son de los elementos más importantes ya que registran objetos espacialmente, determinan su distancia y reconocen espacios vacíos. Además, con la ayuda de diferentes algoritmos y el uso de la inteligencia artificial (IA), son capaces de ofrecer un reconocimiento fiable de peatones, animales y objetos; y de leer letras y números en las señales de tráfico.
- Radar: Suelen ir instalados en la parrilla delantera del vehículo y sirven de ayuda para localizar objetos, tanto estáticos como en movimiento. Determinando la velocidad relativa la distancia y la posición.
- Láser LIDAR: Este sensor es la clave para la futura conducción autónoma. Su principal virtud es la capacidad de medir con precisión en 3D.
- Ultrasonidos: Instalados en los paragolpes, se trata de uno de los elementos más fiables gracias a su precisión. Funcionan mediante la técnica del sonar, enviando impulsos ultrasónicos que, al rebotar, aportan la información necesaria.
- Sistemas de navegación: Otros automóviles también emplean mapas digitales tridimensionales, generados por los sistemas de navegación. Su gran ventaja es que no dependen del alcance, si no que ya tienen almacenada toda la información en su software. También ayudan a los sistemas ADAS de guiado y el mantenimiento del carril en tramos de autopista y en cruces complejos, proporcionando una valiosa información del número de carriles, sus conexiones, el tipo de divisor entre ellos o la forma de los cruces.
