Los limpiaparabrisas entran en acción cuando llueve o nieva. Con la llegada del otoño y el mal tiempo, este equipamiento cobra especial importancia. Se trata de un componente del coche que garantiza nuestra visibilidad. Aunque parezca un elemento menor, de su buen mantenimiento depende nuestra seguridad. Hoy te contamos las razones para revisar las escobillas del limpiaparabrisas.
Los limpiaparabrisas son componentes ejecutores del sistema de limpieza de las lunetas del coche, tanto delantera como trasera. Están hechos en forma de brazos móviles con elementos de goma en sus extremos que se ajustan al parabrisas y siguen la forma de su superficie. Se trata de un sistema con más de un siglo de vida y que ha evolucionado desde que fuese inventado por la estadounidense Mary Anderson, en 1903.
Por lo general, las escobillas suelen cambiarse cada uno o dos años, dependiendo de las condiciones meteorológicas a las que esté expuesto el vehículo y de si este, por ejemplo, se estaciona regularmente en un garaje o en la vía pública.
En otoño conviene vigilar especialmente su estado, ya que es una época en la que son habituales las precipitaciones y fenómenos meteorológicos que influyen en la conducción. Por otro lado, durante esta estación del año, es habitual la caída de hojas, polen y suciedades desde los árboles.
Entre las razones para revisar las escobillas del limpiaparabrisas, ninguna más importante que la seguridad. Si las escobillas no limpian bien el cristal, la visibilidad se reduce entre un 20% y 30% aumentando el riesgo de accidente.
Causas del deterioro de las escobillas
Si seguimos unas buenas prácticas y cuidamos nuestro coche, es posible que alarguemos el cambio de escobillas del limpiaparabrisas.
Entre las causas del deterioro de las escobillas está la temperatura exterior. Sobre todo, en verano y en invierno, cuando hace demasiado frío o calor y aparcamos el coche al aire libre, el contraste puede afectar a la vida útil de las escobillas.
¿Cómo limpiar las escobillas limpiaparabrisas?
Para limpiar las escobillas se retira el brazo del limpiacristales de la luna para eliminar el polvo y la suciedad. Se puede utilizar un trapo blando húmedo. Si la escobilla no queda completamente limpia, prueba con una esponja o un trapo, pero nunca con materiales duros o metálicos, ya que podrías dañar la escobilla.
Para evitar que aparezcan pequeñas rajas o se endurezcan, podemos hidratar las escobillas con productos adecuados para que mantengan la flexibilidad el mayor tiempo posible.
Cuándo se recomienda cambiar las escobillas del limpiaparabrisas
- Sabrás que las escobillas del limpiaparabrisas funcionan bien si tras el barrido no aparecen rayas, o un máximo de tres permanentes, en el campo visual exterior (es decir, no están situadas en el campo de visión central).
- Los fabricantes recomiendan cambiar las escobillas si aparece una única raya en el campo central de visión; el barrido deja como máximo cuatro rayas permanentes en el campo visual exterior o un máximo 12 rayas no permanentes en todo el campo visual.
- Es imprescindible cambiar las escobillas cuando aparecen superficies de agua que perduran en todas las zonas; aparecen velos o marcas de vibraciones.