La mejor ruta en Cataluña para amantes de las vistas

La inusual belleza y un encanto variopinto convierten a Cataluña en una región perfecta para realizar una ruta con vistas de ensueño. El viajero puede descubrir rincones desde donde contemplar la llanura, el mar o la montaña. Así es Cataluña, una región de contrastes infinitos. De la cosmopolita Barcelona a los paisajes naturales de los Pirineos y sus comarcas limítrofes, pasando por los pueblos marítimos, esta es la mejor ruta en Cataluña para amantes de las vistas.

El viaje comienza con una vistas de película del Delta del Ebro, frontera natural de Cataluña con la provincia de Castellón. Desde el Mirador de la Guardiola, en el municipio de Sant Carles de la Ràpita, se avista la desembocadura del río y su entorno protegido. Se trata de una antigua torre de vigilancia situada en la cima de la Torreta, a 116 metros de altura. Construida en sus orígenes para proteger la ciudad por poniente, hoy es un lugar donde el turista aprovecha para hacerse el selfie de rigor.

La mejor ruta en Cataluña para amantes de las vistas continúa en Tarragona. En el pequeño pueblo de Siurana, se encuentra uno de los miradores naturales más bonitos de la península. Se trata de un impresionante peñasco de piedra caliza sobre el que se asienta la aldea. Un puñado de casas de piedra, unidas por tres calles adoquinadas, se asoma desde lo alto a los bosques, precipicios y embalse que rodean Siurana. De inmediato, el viajero será absorbido por la quietud y el silencio más absolutos.

Las vistas de Barcelona desde el Tibidabo

El viaje prosigue en dirección a Barcelona. Después de contemplar dos de los rincones naturales más bonitos de toda Cataluña, toca admirar la capital de Cataluña desde las alturas. Para ello, el turista debe subir a la montaña del Tibidabo, el pico más alto de la Sierra del Collserola, macizo que rodea la ciudad. Sobrepasando los 500 metros de altura, el lugar ofrece las mejores vistas de Barcelona.

En la cima del Santuario de Queralt, comarca del Berguedà (Barcelona), el viajero retoma el contacto con la naturaleza y la tranquilidad. Aunque no es el lugar más accesible, las vistas merecen la pena. Tras superar una carretera con muchas curvas, se llega a los pies del santuario. Para subir, hay dos opciones: a pie, por unas escaleras empinadas, o a través de un funicular igualmente inclinado.

El conjunto del santuario, situado a 1.200 metros de altura, está rodeado por un camino circular que no tiene pérdida, ya que bordea la montaña. El camino está perfectamente señalizado y de él salen dos miradores con espectaculares vistas del Berguedà: el de la Garreta y el de les Guilles.

Ullastrel, un pueblo con una panorámica de 360 grados

La mejor ruta en Cataluña para los amantes de las vistas no puede excluir a la montaña más famosa de la región: el Macizo de Montserrat. Aunque su imponente silueta se puede ver desde muchos lugares, se recomienda al lector la visita el municipio de Ullastrel, famoso por su panorámica de 360 grados. Gracias a un camino urbano fácil de encontrar y recorrer, el perímetro de este pueblo ofrece vistas de las montañas de Montserrat, Sant Llorenç del Munt; la sierra de Collserola, las montañas del Ordal y el Mar Mediterráneo; el Baix Llobregat; y la colina de Bonavista.

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