Cómo saber si mis frenos están bien

Los frenos son el elemento de seguridad más importante del coche. Son decisivos para evitar un accidente, en especial si es inminente. Aunque la pericia de la persona que conduce influye, que los frenos estén en buen estado es clave para no salirse de la carretera. O evitar colisionar con otro coche, un peatón o una bicicleta. Muy sometido al desgaste por el uso, al igual que los neumáticos, te contamos algunas pistas para cómo saber si los frenos están bien.

Lo primero que tienes que saber es que es improbable que el sistema de frenado deje de funcionar repentinamente. Lo habitual es que los frenos puedan fallar debido al desgaste. En concreto de alguna de sus piezas, como las pastillas de freno, los discos o el líquido de frenos. También puede ocurrir que la frenada se vea afectada por un problema de otro componente del coche, por ejemplo, la dirección o la suspensión.

De todas las maneras, lo normal es que alguna de las siguientes señales te ponga en alerta de que algo no funciona en los frenos de tu coche:

  1. El pedal de freno está duro u ofrece mucha resistencia. En este caso, lo normal es que pueda deberse a que los discos estén fallando o sean defectuosos. En tal caso, acude a un taller para que te los cambien.
  2. El pedal del freno está blando o tiene mucho recorrido. Si te ocurre esto, puede haber una fuga en el circuito de frenos o puede que las pastillas estén excesivamente desgastadas. Acude rápidamente a tu taller de confianza para que revisen el sistema.
  3. El pedal de freno vibra. En este caso, lo más normal es que los discos de freno estén fallando o alabeados (deformados) y tengas que cambiarlos. También puede ser síntoma de ruedas mal alineadas, mal equilibradas u otros problemas más generales.
  4. Distancia de frenada cada vez más larga. Si el coche necesita más espacio para detenerse, puede ser debido a otros factores como el firme, la carga, la suspensión o los neumáticos en mal estado. Sin embargo, puede tratarse de algún problema relacionado con los frenos, en concreto, por el funcionamiento del servofreno o que te hayas quedado sin líquido de frenos. En menor medida, puede deberse a que el conjunto pastilla-disco esté desgastado y haya perdido efectividad.

Mantenimiento y estilo de conducción

Al igual que ocurre con las ruedas, el mantenimiento periódico del sistema de frenos y la sustitución de las piezas deterioradas a tiempo nos puede evitar gastos mayores en un futuro o lo que es más importante, un accidente. Como normal general, se recomienda revisara las pastillas y los discos de freno cada seis meses o 20.000 kilómetros y el líquido cada dos años

El tipo de conducción es un factor determinante en el desgaste de los frenos del coche. Si eres una persona que practica una conducción deportiva, vas a tener que frenar más y más bruscamente, por lo que existirá un desgaste prematuro tanto del sistema de frenado.

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