CITROËN Y LA TORRE EIFFEL: RELACIÓN HISTÓRICA

Citroën y la Torre Eiffel siempre han mantenido una relación que va más allá de ser dos íconos de la cultura francesa y parisina. Ya sea para presentar uno de los nuevos modelos de la firma de los chevrones o para celebrar el aniversario de la marca, la torre Eiffel siempre ha jugado un papel muy importante en la historia de Citroën.

Todo comenzó en 1925, cuando el prestigioso salón del automóvil de Paris no pudo celebrarse, debido a que ese mismo año, la Ciudad de la Luz acogería la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas. Debido a la gran cantidad de personas que acudieron a conocer de primera mano el “Esprit Nouveau”, André Citroën se quedó sin su gran escaparate para dar a conocer el novedosos Citroën B12, el primer vehículo europeo con carrocería íntegramente fabricada en acero.

Citroën y la Torre Eiffel

Por suerte, esta decepción llegó a oídos de Fernand Jacopozzi, artista de la época capaz de crear efectos y formas con bombillas y acabó con la Torre Eiffel iluminada por más de 250.000 bombillas que formaban las letras Citroën y el símbolo de los dos chevrones. Esta espectacular obra se prolongaría hasta 1934 dada su gran acogida.

Citroën y la Torre Eiffel

Posteriormente, tras el pistoletazo de salida de la obra de Fernand Jacopozzi, se han presentado en la Torre Eiffel modelos como el mítico y revolucionario Citroën BX en 1982 y la segunda generación del utilitario Citroën C3, que además coincidía con el 120 aniversario del monumento parisino, símbolo de modernidad, vanguardia e ingeniería, valores que comparte con Citroën.

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