5 pueblos de Cataluña ideales para visitar en otoño

Con la llegada del otoño, las escapadas de fin de semana son un plan excelente para realizar esa visita pendiente a los pueblos con más encanto de Cataluña. Rincones ideales que juntan lo mejor de la gastronomía, la naturaleza y la historia a pocos kilómetros de casa y a los que es fácil y rápido llegar en coche. En familia, en pareja o con los amigos, te invitamos a que descubras los siguientes 5 pueblos de Cataluña ideales para visitar en otoño.

Besalú: un pueblo amurallado y de película

Besalú es un pequeño pueblo medieval en la comarca de la Garrocha, en la provincia de Girona, que ha despertado la admiración de turistas hambrientos de historia. Atraídos por una localidad Conjunto Histórico-Artístico Nacional desde 1966, hasta productoras televisivas como HBO han utilizado sus murallas para rodar sus populares series, como ocurrió para la tercera temporada de Westworld. El núcleo urbano es original del siglo X y se accede a él por un icónico puente construido en la Edad Media. Piérdete por las empedradas y estrechas calles de Besalú, separado de Girona capital por un viaje en coche de 40 minutos que puedes comenzar repostando en la gasolinera de Platiniumoil en la ciudad.

Pals: «no merece una visita, sino cien»

En el bajo l’Empordá, sin salir de la provincia de Girona, visita otro de los pueblos más mágicos de Cataluña, Pals. Localidad de contrastes, que, en verano es visitada por su proximidad al litoral, en otoño toma mayor protagonismo su centro urbano, patrimonio histórico y artístico. Cómo no, el núcleo antiguo se mantiene fiel a sus orígenes, una villa medieval abrazada por una muralla.

En sus callejuelas conviven inalteradas por el tiempo y en perfecta armonía bóvedas, arcos de herradura o portaladas de estilo románico, gótico y barroco. La Plaça Major, las torres visigóticas, la iglesia, el castillo, la torre de las horas o la propia muralla se cruzarán en el camino del viajero hasta llegar al Mirador Josep Pla, donde se puede contemplar un atardecer de película de la llanura ampurdanesa. Como dijo el escritor y periodista catalán que da nombre a este ‘balcón’ medieval, “Pals no merece una visita, sino cien”.

Cadaqués: la ‘perla’ de la Costa Brava

Viajando hacia el litoral, en la parte oriental de la península del Cabo de Creus, un pueblo destaca por su singularidad y autenticidad, Cadaqués. Pueblo marinero de pequeñas y bajas casas blancas, se ha convertido por méritos propios en ‘la perla’ de la Costa Brava. Desde la década de los 60, con la llegada del turismo masivo e internacional, la localidad de apenas 2.500 habitantes ha sufrido una progresiva sobreexposición en los meses de verano. Sin embargo, en otoño la afluencia de turistas baja y es un periodo perfecto para conocer su gastronomía, historia y cultura con más tranquilidad. Y quién sabe si, como el pintor Salvador Dalí, quedarse a vivir allí definitivamente.

Castell-Platja d’Aro-S’Agaró: historia, ocio y naturaleza

Siguiendo la ruta por la Costa Brava el viajero se encuentra con otra parada de obligado cumplimiento, Castell-Platja d’Aro. Historia, ocio y naturaleza se entrelazan en un municipio conformado por tres núcleos claramente diferenciados: Castell d’Aro, Platja d’Aro y S’Agaró. El primero destaca por un casco urbano construido entre los siglos XVI y XVIII y cuya riqueza arquitectónica le ha valido para ser declarado Bien Cultural de Interés Nacional.

En el litoral, Platja d’Aro es una de las localidades más visitadas de toda la Costa Brava, destacando por su abundante oferta comercial y una playa de más de dos kilómetros de arena dorada y todos los servicios al alcance del turismo más familiar. Al sur se encuentra el pintoresco pueblo de S’Agaró, nacido en mitad de uno de los caminos más bonitos y fotografiados de la zona, ‘El Camí de Ronda’. Este se abre paso entre un conjunto de calas de postal y una urbanización de estilo novecentista ideada por el arquitecto de principios del siglo XX Rafael Marsó.

Montserrat: la montaña más famosa de Cataluña

En la provincia de Barcelona, visita obligada es Montserrat. El macizo rocoso más popular de Cataluña, a 30 kilómetros de la capital, ofrece una silueta asombrosa y muy característica, resultado de un proceso geológico de millones de años. Esta imponente montaña alberga historia, cultura y algo de leyenda en sus laderas. Imperdibles para quien disfruta viajando son el santuario y el monasterio benedictino en honor a la Virgen de Montserrat, popularmente conocida como ‘La Moreneta’.  

Patrona de Cataluña, de ella cuidan en la actualidad 80 monjes que viven en el monasterio. Muy recomendable es la aproximación al macizo desde la localidad de Esparreguera, donde puedes contemplar toda la inmensidad de Montserrat deteniendo el coche en la estación de servicio de Aneu Oil Esparraguera para repostar, coger energía para el resto del viaje y hacer las fotografías de rigor.

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