El emblemático modelo 2CV de Citröen marcó una época y su último ejemplar salió de la línea de producción de Mangualde (Portugal) el 27 de julio de 1990. Poniendo fin a un éxito que comenzó en la década de 1940 en el Salón de París.
En su primera aparición, el 2CV sorprendió a todos por su diseño original, su versatilidad y su precio. Además, contaba con tracción delantera, suspensión blanda y motor de 2 cilindros refrigerado por aire, algo inédito en los utilitarios de la época.
Citröen diseñó el 2CV como vehículo para todos los públicos, cuando el coche aún era una pieza de lujo para la sociedad. Se trataba de un vehículo accesible y muy económico. Por ello, cuando salió el último vehículo de la línea de producción, se contabilizaban más de 5 millones de unidades vendidas.
Además de su diseño y su suspensión, uno de los rasgos más reseñables del Citröen 2CV era su novedoso motor bóxer de 2 cilindros, refrigerado por aire. 375 CC que desarrollaba 9 CV y un cambio manual velocidades. Motor que le permitía alcanzar los 70 Km/h.
Posteriormente, el motor pasó a tener una cilindrada de 602 C.C. y 28 CV, poniendo en marcha el motor con la manivela para cambiar la rueda del vehículo. Este modelo de motor alcanzaba los 113 km/h de velocidad máxima.
Más tarde, en vista el éxito, Citröen lanzo la versión furgoneta del 2CV en la primavera de 1951. Ofreciendo una gran facilidad de carga mediante dos portones batientes en la parte trasera. Este vehículo se vendió a lo largo de todo el continente europeo, incluida España.
Pero sin duda, la versión más triunfadora fue el Charleston. Lanzada en 1981, combinaba el color amarillo y negro o el burdeos y negro.
En España, el Citröen 2CV tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la industria de la automoción, fabricándose el primer modelo en la planta de montaje de la fábrica de Vigo (versión furgoneta) en 1958.