El Citroën Xsara se convirtió en un auténtico mito de las carreteras españolas. Allá donde mirarás siempre encontrabas un modelo de la mítica berlina del fabricante galo. Durante sus 25 años de producción en España (fábrica de Vigo y Madrid), el modelo fue el buque insignia del fabricante en territorio español, con más de 1.343.000 unidades vendidas. Tanto en la carrocería de 5 puertas como en su versión coupé de 3 puertas.
Además de su especial diseño y su espacioso, a la par que funcional, habitáculo, el secreto que permitió al Citroën Xsara a alcanzar el “top” del mercado de turismos durante 4 años consecutivo (2000-2003) fue su gama de motores diésel HDI.
Otro de los puntos fuertes del éxito del Citroën Xsara fue su amplio abanico de prestaciones en materia de seguridad con la incorporación en toda su gama de frenos ABS, control de estabilidad ESP, ayuda en frenada de emergencia, regulador de velocidad y encendido automático de luces de emergencia en caso de deceleración brusca.
Una de las novedades que incorporaba la berlina gala, solo vista en modelos premium hasta la fecha, era el encendido automático de las luces. La tecnología multiplexado permitía incorporar el encendido automático de estas en función de la luz del exterior. De este modo, al entrar en un túnelo o al caer el sol, el propio vehículo encendía las luces.
Dentro del habitáculo, el Citroën Xsara portaba de serie un equipamiento único y muy completo como la autoradio con CD y RDS, el volante ajustable en altura y profundidad, testigo de puertas abiertas y apoyabrazos central en la bancada trasera. El almacenaje tampoco suponía un problema ya que contaba con uno de los maleteros más grandes de su categoría, con 408 litros de capacidad.
El Citroën Xsara no solo copó las carreteras españolas, sino que también supuso una auténtica revolución en el mundo de los rallies. El modelo Xsara WRC consiguió 32 victorias en el WRC, además de conquistar 3 títulos de Constructores y 3 de pilotos con la legendaria dupla de pilotos Sébastien Loeb y Daniel Elena.
